Monumento a la Patria en el Paseo de Montejo II
Toda la República. – Esa «eternidad patinada» se aprecia fácilmente «a la orilla del lago», en los relieves de un pretil de 60 centímetros de alto y otros tantos de grueso. En su marcha circular alrededor de la fuente, el pretil se detiene 31 veces para formar columnas, donde, finalmente están labrados en piedra rústica, se ven los escudos de los Estados, el Territorio de Quintana Roo y el Distrito Federal. Este último preside en el centro de toda la República, con Yucatán a su derecha y Campeche a su izquierda. Monumento a la Patria en el Paseo de Montejo II.
Rómulo también bautiza
Las piedras del Monumento fueron personal, penosamente seleccionadas en la Sierra del Valle de Ticul, que es «una formación petrográfica caliente, de probable origen volcánico, que, partiendo de Guatemala, pasa por Campeche antes de morir cerca de Peto». La dureza de estas piedras impidió a los mayas utilizarlas en sus construcciones y esculturas; es más, de su pedernal fabricaban los instrumentos para tallar las piedras menos duras. Eran pues, el instrumento de los mayas para vencer. Rozo venció a estas piedras… Rómulo tuvo que ser picapedrero y constructor, ingeniero, arquitecto y escultor; Además, Rozo bautiza:
-Los canteros de la colonia utilizaron esa piedra para las pilas bautismales… A propósito de esto, ¿Sabías que yo bauticé este lugar?… Todos los monumentos se alzan sobre plazas… El mío no iba a nacer sobre un lugar sin nombre: el Monumento a la Patria se encuentra en la Plaza de la República.
Eso no está bien
Pues sí, sí está bien. Una síntesis histórica admirable explica la aparentemente extraña posición de un grupo de piedra que no está en el centro de la fuente. Ese símbolo de seis metros de estatura representa la fundación de la Gran Tenochtitlán, origen de la cultura mexicana; suceso que más que a ningún otro ciclo de nuestra historia, se acerca a la época de la Conquista. Por eso no está en el centro, sino desplazado a la izquierda, para que se levante cerca de las figuras que cuentan en el hemiciclo el relato de la conquista.
Este grupo de piedra – está aún por terminar – descansa sobre el símbolo de la armonía: el pentágono, que se baña en la fuente. Sobre el de la armonía está el emblema de la tradición: una pirámide cuadrangular de tres cuerpos superpuestos que soporta una imagen de gran visión que sugirió a la raza errante crear la Gran Tenochtitlán. La imagen se compone del islote, el nopal y el águila luchando con la serpiente. La pugna entre el ave y el reptil encarna las fuerzas evolutivas de la nacionalidad.
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