Las relaciones que hizo en la ciudad de Guanajuato, el contacto con prestigiosos jefes revolucionarios y el propio ejemplo dado por su padre, que fue de los primeros en acogerse al movimiento de reivindicación iniciado por Carranza, indujeron a la señorita Torres a no abandonar ya la capital, sino trabajar en ella por el mejoramiento de la enseñanza de los obreros y de sus hijos, por medio de conferencias sobre moral, historia, instrucción cívica higiene y economía política, a los primeros, y de métodos más racionales y efectivos en resultados, aplicables a la infancia. La primera Casa Escuela para párvulos.
Una visita a la primera escuela de párvulos, sistema Montessori, tercera parte.
A ese efecto tomó activísima parte en la fundación de la «Confederación de Instrucción Revolucionaria Popular», de la cual fue nombrada Presidenta.
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Condiciones requeridas para ser miembro de la expresada Confederación, eran las de profesar principios netamente liberales. Hallarse en libertad de desempeñar cualquier comisión en el lugar que le fuera designado. Observar una conducta irreprochable, tanto en público como en privado, ateniéndose a que del buen comportamiento del conferencista dependía en gran parte del resultado que se obtuviera en su trabajo.
La Confederación fundó una escuela nocturna para obreros, de la que fue nombrada profesora la señorita Torres.
Congreso Feminista en Guanajuato
En 1916 vino a Mérida, como delegada del Estado de Guanajuato al Congreso Feminista. Entonces conoció al General Alvarado.
De regreso a sus lares, una conferencia dada en Guanajuato por el Profesor Cayetano Andrade, sobre los métodos modernos de Pedagogía, la impresionó profundamente, por hallar cierta analogía con aquellos en lo que había aprendido y deducido en los cinco años que ejerciera el profesorado oficial.
Incansable investigadora de la verdad y enamorada, sobre todo, del ejercicio de su profesión, compró libros, devoró sus enseñanzas, y en pequeño comenzó a experimentar el método Montessori, con los pocos niños que le fueron confiados.
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Sabedora de que el General Alvarado se hallaba en México en junio del corriente año (1917), determinó verlo, exponerle sus proyectos y ofrecerle sus servicios. La primera Casa Escuela para párvulos. Fueron inmediatamente aceptados con la vehemencia que este magistrado pone en todo lo que se relaciona con la instrucción y mejoramiento del pueblo.
Esto explica la presencia de la señorita Torres en Yucatán y la fundación de la primera Casa-Escuela para párvulos, esencialmente racional, por hallarse basada en principios científicos que no atrofian al niño sino le permiten su completo desarrollo de acuerdo con las leyes de la naturaleza.
Fin.
Una visita a la primera escuela de párvulos, sistema Montessori
De: Semanario Ilustrado 1917
