Para cerrar por ahora el tema de los inicios de la aviación en Yucatán, les presento una compilación de datos de diferentes fuentes que complementan las notas ya presentadas. Vuelos en Yucatán concluyendo.
De acuerdo a lo mencionado en la enciclopedia Yucatán en el Tiempo (1998) en el tomo I, fue en 1845 cuando el Sr. Julio Flores se elevó a 7,500 pies (casi 2,300 metros) en un globo «Mongolfier» desde la Ciudadela de San Benito y descendió 20 minutos después en la Plaza de San Sebastián. Este dato está plasmado en el “Registro Yucateco”. Siendo así, un vuelo en línea recta de aproximadamente 1,400 metros de distancia. Este evento también lo menciona el Dr. Eduardo Urzáiz Rodríguez (Claudio Meex) en «Anécdotas yucatecas (Reconstrucción de hechos)«.
Esa misma fuente, menciona que alrededor del año 1900 el Sr. Adolfo Becerril ascendió varias veces también en un globo.
Por otro lado dice que fue el Sr. Francisco Montalvo Castro en 1911 quien consiguió hacer volar en un planeador construido artesanalmente por él, con carrizo y forrado de papel. En esa prueba, el aparato fue tripulado por el Sr. Gustavo Castaldi Beltrán, y utilizó la fuerza de dos automóviles para tomar impulso. Esto fue en los terrenos del «Club Athletic«, que estaban en lo que es hoy en el cruce de las calles 62 y Avenida Colón, y aterrizó en el área del cruce de las Avenidas Reforma y Colón. Posteriormente intentó varias veces ponerle motor, sin éxito.
La misma enciclopedia menciona que fue en febrero de 1912 cuando los hermanos Sres. Fernando y Gustavo Barbachano Bolio contrataron a los pilotos George Miller Dyott (francés) y Patrick Hamilton (inglés) para hacer unos vuelos de exhibición en Yucatán.
Como ya vimos en el relato de Mr. George Miller Dyott, donde cuenta sus aventuras en Yucatán, menciona varias veces en su escrito como el empresario que lo contrató como “Gustavo B” o “Señor B”, pero en ningún párrafo da el apellido completo, que se confirma aquí que la “B” es de Barbachano.
Regresando a lo mencionado en la encliclopedia, menciona que se efectuaron los días 2 y 4 de febrero, y el único que voló fue Dyott. En esta fuente no se menciona algo más como todo el detalle que relató Dyott y que recientemente presenté en Yucatán Ancestral.
Existe otra publicación que hace mención del suceso de los vuelos de Dyott: se trata de “El escándalo Hamilton Dyott, 1912, sensacional espectáculo sobre el mar y las playas de Progreso”, incluido en un cuaderno denominado “Vuelo al Pasado, Yucatán en las proezas iniciales de la Aviación Mexicana” de la Colección Tierra Nuestra, de Ediciones Komesa. Fue escrito por D. Raúl Rosado Espínola, 1979.
Resulta que, casi un año antes, en mayo de 1911, se publicó en el «Diario Yucateco«, que don Ernesto Ordóñez Lara había contratado publicidad aérea para «Batalla de Flores» que se llevaría a cabo en su carrousel en la plaza de San Juan. Mediante un aeroplano, durante varias noches, Mr. Crolki «venía desde los Estados Unidos» para repatir propaganda, esparciéndola desde el aire por toda la ciudad.
En esa nota se describe al Sr. Ordóñez como un gran tipo, alegre, pintoresco y de gran corazón. Participaba con frecuencia en los carnavales como «la viuda de Juan Carnaval» tradicional en miércoles Carnaval. Le gustaba recorrer la ciudad con su bicicleta.
Continuó don Raúl Rosado, mencionando ahí, que el primer proyecto en grande para emplear aviones en la publicidad, fue el de don Fernando Barbachano Bolio, en esos tiempos, importante comerciante de la ciudad de Mérida. Fue el evento, como ya hemos compartido a detalle antes, el relatado en «Primeros vuelos en Yucatán» y la traducción de «Aventuras de aviador en Yucatán» escrito por el protagonista mismo de los vuelos.
Sin duda, la aviación en Yucatán es un tema interesante, y gracias a don Raúl Rosado podemos tener una buena idea de lo que sucedió aquí en nuestra tierra.
Mérida, Yucatán a 20 de diciembre de 2022
C.P. Humberto Sánchez Baquedano
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