Sincronización de relojes

Parte 7 y última. Todos los conductores debían tener un reloj para el servicio. Sin él, no podían trabajar. Era su responsabilidad tener el reloj con la hora precisa, respecto del reloj municipal. Debía al menos, en cada salida de la Plaza Mayor, igualar su reloj a la hora indicada por el reloj del Ayuntamiento. La sincronización de relojes del pasajero y del Ayuntamiento.

Reglamento Tranvías Mérida

Llamadas de los pasajeros (pero no por teléfono, aún no existían los teléfonos móviles)

Los conductores no debían hacer caso de las llamadas de pasajeros que aún estuvieran en el interior de sus casas. El pasajero debía estar en la calle al momento de pasar, para que coche se detenga y pueda abordar.

   

Expulsión de pasajero

Si algún pasajero se negaba a pagar su boleto o infringía alguna disposición del reglamento o alguna falta por la que debía ser expulsado, el conductor debía de buen modo bajar al pasajero del carro. Si éste se resistiera, debía solicitár el apoyo del primer guardian que encuentre.

Transporte de hielo

Los pasajeros podían transportar hielo en el interior de los carros o plataformas, únicamente si estaba contenido en vasijas que evitara el filtrado del líquido.

   

Transporte de otros objetos

Se podían transportar objetos en el piso y platadormas siempre y cuando no estorbaran el paso de los pasajeros. No podía transportarse materias explosivas ni pestilentes. Tampoco materias grasientas que no estaban debidamente envasadas, así como animales. Sí se podían transportar aves, siempre y cuando viajaran en jaulas y que tampoco molestaran a los pasajeros.

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Llevar armas de fuego

No se permitía portar armas de fuego abordo de los carros urbanos. Al parecer, esto no aplicadaba en las rutas vecinales que viajaban a los pueblos. Únicamente podían viajar si el arma era de bolsillo. Igualmente podían hacerlo los agentes del orden público y empleados de gobierno que por naturaleza de su encargo deban portarlas.

Sincronización de relojes

Persianas y vidrios de los coches

Las ventanas de los coches debían estar abiertas el mayor tiempo posible. Los vidrios únicamente se podían cerrar cuando había mucho frío o cuando llovía. Una vez que pasara la lluvia, debían abrirse nuevamente. Las persianas se subían únicamente cuando molestaba el sol. Mientras llovía, no debían estar arriba. Todo parece indicar que las persianas cerradas estaban abajo de la ventana y para ponerlas y proteger del sol, debían subirlas. Los ventiladores de los coches siempre debían estar abiertos excepto cuando estaba lloviendo. Para evitar contratiempos era necesaria la Sincronización de relojes del conductor y del Ayuntamiento.

   

Vendedores ambulantes

Los conductores no debían permitir que vendedores ambulantes entren al carro a vender sus productos. Tampoco debían permitir que personas ajenas a la Compañía o autoriazadas por ella, repartieran publicidad a los pasajeros. Hay que aclarar, que para esa época no existía ni la radio, ni el cine, ni la televisión, ni mucho menos el Facebook. El reparto de papeletas con anuncios era la forma de publicidad directa en esos tiempos.

Días de pago a los empleados

Los días fijos establecidos de pago de sueldos eran los días 1, 9, 17 y 25 de cada mes. En caso de que el pagador no podía pagar en esas fechas, la dirección general determinaba la nueva fecha.

Sincronización de relojes

Cobranza de pasajes

Los conductores debían empezar a cobrar hasta después de que el carro ya hubiera avanzado una cuadra desde su salida en el paradero. En un día con mucha concurrencia y el coche se llene antes de partir, el conductor podía iniciar la cobranza antes de iniciar el recorrido. Los niños menores de 4 años no pagaban boleto, siempre y cuando no ocuparan un asiento. En caso contrario sí debían pagar boleto. Todos los mayores de 4 años sí debían pagar boleto aunque viajaran sentados sobre otra persona. Sincronización de relojes del conductor y del Ayuntamiento para evitar atrasos.

   

Cuando un pasajero abordara el coche, debía cobrársele inmediatamente. En trayectos cortos, el conductor debía hacer una corbranza rápida. Debía evitar llegar al paradero sin haber concluido la cobranza.

Obligaciones de los retranqueros

Velocidad del carro

Ningún coche podía dentro de la ciudad, transitar a una velocidad mayor que el trote normal de los animales de tiro.

Distancia entre coches

Entre vehículos en movimiento, que transitaban en la misma dirección, debían mantener una distancia entre ellos de al menos treinta metros. Los animales de tiro llevaban cascabeles en la collera, cuyo sonido podía escucharse a buena distancia.

Sincronización de relojes

Decencia

Estaba prohibido mantener en el carro, conversaciones inmorales, proferir palabras indecentes, tomar posturas indecorosas o molestar de cualquier forma a los pasajeros.

Libre tránsito

La vía era desocupada al anunciarse el paso de los coches. Los vehículos, animales u objetos que entorpecían el paso debían ser retirados. Estaba prohibido ir corriendo al lado del coche o agarrado a él.

Fin.

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