¿Quién fue Don Rubén Cáceres?

Vuele alto Don Rubén, aquí lo extrañaremos. Descanse en paz. El día de ayer jueves 23 de noviembre, falleció a la edad de 95 años Don Rubén Cáceres Martín. ¿Quién fue Don Rubén Cáceres? En marzo próximo hubiera cumplido 96.

Mi primer contacto con él

Hace ya más de 5 años que entré en contacto con Don Rubén. Para ese entonces, yo ya había visto en periódicos antiguos, anuncios de hace más de 80 años, cuando su padre, D. Simón Cáceres, publicaba la presencia de sus juegos mecánicos en los diferentes barrios de Mérida. Igualmente en otras poblaciones y ciudades de la Península.

¿Quién fue D. Rubén Cáceres?
La primera parte de la última entrevista filmada en octubre de 2022.

Fue un día de 2018, en medio de una de mis acostumbradas caminatas por la ciudad, atravesé el parque de la Colonia Alemán, y pasé junto a sus juegos mecánicos. En ese momento me topé con un letrero puesto en la parte superior de uno de ellos que decía: “Juegos Mecánicos de Rubén Cáceres Martín”.

Su papá, D. Simón Cáceres Baqueiro

Fue en ese momento cuando todo me hizo “clic”. Inmediatamente lo relacioné con el legendario D. Simón Cáceres Baqueiro, pionero de los juegos mecánicos en Yucatán. No lo pensé dos veces, e inmediatamente lo busqué ahí en sus juegos y platiqué con él.

Don Simón Cáceres Baqueiro, papá de Don Rubén.

Al verlo físicamente, me recordó haberlo visto unos 12 o 15 años antes, cuando de vez en cuando acompañaba a mi papá, cuando él llevaba a mis pequeños sobrinos a subirse al trenecito, a los tradicionales caballitos o al “gusanito” de la «feria de la Alemán«. Lo recordaba en ese momento, siempre en la taquilla, esto por las tardes y noches, cuando solía ir.

Esa mañana estaba él y sus colaboradores dándole mantenimiento a sus aparatos mecánicos, para que por la noche estuvieran en perfectas condiciones para su funcionamiento.

La magia al contar sus anécdotas

Ese primer encuentro fue mágico. Al yo tener los antecedentes de lo que fue la empresa de Don Simón, cuando le platiqué a Don Rubén lo que ya había leído acerca de su papá, eso le fascinó.

La Mérida de los años 1920s

En ese momento no sabía su edad precisa, pero lo calculaba por arriba de los 80 años de edad. Pero me sorprendió siempre la habilidad para contar sus historias con sumo detalle. Sucesos que había vivido en su infancia y juventud, que habían ocurrido en las décadas de 1930 y 1940. Él nació el 11 de marzo de 1928. Para ese entonces realmente ya tenía la edad de 90 años.

Viaje al pasado

Sentarme a platicar con él era un auténtico viaje en el tiempo, al pasado. Y fue así hasta en la última plática que tuve con él, la noche del martes 7 de noviembre.

En ese primer encuentro, por lo que había escuchado en sus historias, le propuse que me permitiera grabarlas en video para guardar su testimonio vivo y difundirlas. Tampoco lo pensó mucho, y aceptó. Le gustó la idea.


En esas fantásticas entrevistas, luego de hacerle alguna pregunta acerca de algún evento vivido por él en sus primeros años de consciencia, siempre me respondió con sorprendente lujo de detalle. En algunas ocasiones frente a la cámara, afirmaba que eso que me estaba platicando lo estaba “viendo” en su mente. Que el recuerdo que estaba leyendo de su memoria, lo estaba viviendo nuevamente. Hacía que me ubicara perfectamente en el momento en su pasado que me relataba.

Siempre agradecido

Todo un caballero. Nunca usó una mala palabra. Y siempre me decía que se sentía contento de platicar conmigo, porque era uno de las pocas personas que le tocábamos esa «fibra de los recuerdos», en el “empolvado y oxidado” rincón de su memoria. ¿Quién fue Don Rubén Cáceres? Se volvía a emocionar, siempre de manera positiva, al traer al presente consciente, aquellos recuerdos dormidos. Por esas experiencias siempre me lo agradeció, y yo a él su confianza y amabilidad.

Acerca de su infancia

¿Quién fue D. Rubén Cáceres?

Los temas fueron diversos. Desde sus aventuras en su infancia. En el canal de YouTube tengo una entrevista que le dedicamos a los juegos en su infancia. Qué no nos dijo de la kimbomba, los “tamalitos a la olla”, las canicas, que jugaban en las calles y en el parque de San Juan en esas épocas. Ahí están sus testimonios. Como construía sus papagayos y los elevaban en los parques. En mi infancia, mi papá también me enseñó a hacerlos y cuando platicaba con D. Rubén, recordaba lo que me había dicho y le decía, siempre afirmando que él también así lo recordaba.

El escaso tráfico de automóviles de entonces

Interesantes anécdotas de cómo era el tráfico en las calles. Éste era muy escaso. Transitaba un automóvil y pasaba un buen rato para que volviera a pasar otro. Eso les permitía a él y a sus amigos, jugar en medio de las calles. También, que en esas épocas no existían aún las señales de tránsito. No habían los avisos octagonales rojos con la palabra “alto” en las esquinas. Resulta que cuando un automóvil se acercaba a una esquina, debía hacer sonar su claxon. Si en la otra calle venía otro automóvil, la regla no escrita aún, era que, el que primero sonara su claxon tenía derecho a pasar primero y el otro tenía la obligación de detenerse y ceder el paso. En esas épocas, el paso de un vehículo motorizado por las calles era un suceso. La gente volteaba a verlo pasar.

El transporte urbano, le tocaron los primeros autobuses

En otra de sus historias, me platicó cómo era el transporte urbano en la ciudad, en especial, el trato de lo conductores de los autobuses hacia los pasajeros de entonces. Afirmaba que en esa época, si estaba por descender de él una ama de casa, que regresaba con su compra del mercado, el amable conductor se detenía en la puerta del domicilio de la dama para que bajara con su mercancía. Que hasta en ocasiones la ayudaba. Era otro el servicio que se prestaba en esa época. Era personalizado. Ahora es impensable, ya somos muchos y la rutas largas.

Los sonidos de la ciudad

También, cómo el silbato de la Cervecería Yucateca, marcaba los horarios en la vida de las personas del rumbo. ¿Quién fue Don Rubén Cáceres? Como lo eran también los campanarios de las iglesias y de la Catedral. Sus precisos toques, guiaban a las personas en sus actividades cotidianas.

Un episodio acerca de las gaseosas

Tenemos un episodio dedicado a las gaseosas, las burbujeantes bebidas refrescantes. Todas las entrevistas fueron filmadas en el parque de la Colonia Alemán. En una ocasión, transporté hasta ahí, buena parte de mi colección de botellas antiguas de refrescos. Coca-Cola, Sidra Pino, Pepsi-Cola, Gaseosa Tropical, Refrescos Osorno, etc. etc. Ya tenía los antecedentes de cada una de ellas, y él, al ver las viejas botellas, me platicaba lo que recordaba. Detalles de su sabor, su publicidad… hasta llegaba a cantar algunas partes del anuncio de la bebida de entonces.

«Fama internacional»

Luego de publicar las primeras entrevistas, me comentó D. Rubén que se estaba “volviendo famoso” e internacional. ¿Quién fue Don Rubén Cáceres? Que lo estaban contactando sus familiares que viven en California, Estados Unidos, para decirle que lo habían visto en YouTube. En Los Ángeles, viven sus hijos mayores y parte de su familia.

Juegos de manufactura artesanal propia

Siempre me comentaba que los juegos mecánicos que actualmente tenía en la Alemán, él mismo los había construido. Eran 100 % artesanales. Que en su diseño y construcción empleó las habilidades y conocimientos que había adquirido cuando en su juventud trabajaba con su papá D. Simón. Que estos aparatos mecánicos habían sido producto de sus propias manos.

Alguna vez me platicó la forma en la que se viajaban los antiguos juegos de su papá. Aquella enorme rueda de la fortuna y el gran carrusel eran originales y habían sido adquiridos por su padre a grandes fabricantes en los Estados Unidos y Europa. Los juegos eran itinerantes. Debían instalarse y desinstalarse con alguna frecuencia. Debían viajar. Para ello, tenían que estar bien empacados. En ocasiones se trasladaban en ferrocarril, otras veces hasta en canoas en medio de ríos, ahí en la zona de Tabasco. Sí, hasta ahí llegaba con sus juegos mecánicos. Iban a las fiestas patronales de los poblados y ciudades. Estamos hablando quizás de los años 1940. No había la red de carreteras que actualmente existe.

Rentaba vagones de ferrocarril

D. Simón rentaba un vagón de carga del ferrocarril o quizás varios, para transportar las enormes cajas donde se guardaban las góndolas de la “rueda de la fortuna” que tenía. Además de toda la estructura que formaba y sostenía la rueda. Igualmente el enorme carrusel, que tenía tres filas de caballos.

Lo mismo iba de Santiago a Santa Ana en Mérida. O a la feria de San Román en Campeche. Llegaban a Ciudad del Carmen y desde ahí a poblados en Tabasco, en esa época únicamente accesibles mediante barcazas navegando en ríos. También Cozumel, Isla Mujeres y Chetumal. Aún no existía Cancún. Don Rubén era muy conocido y tenía amigos y conocidos por todos lados.

El órgano del carrusel

En otra ocasión, me platicó de la música que ambientaba la feria. Me explicó a detalle como funcionaba. Era parte del sistema mecánico del juego. El órgano. Tenía uno para la rueda de la fortuna y otro para el carrusel. Ambos juegos originales. Y estaban integrados a los aparatos, que al funcionar, les proporcionaba el movimiento para hacerlos sonar. En uno de los vídeos, Don Rubén afirmó que el sonido de esos órganos se escuchaba hasta cinco cuadras a la redonda. Le invito a ver esas interesantes entrevistas.

Un tiempo se dedicó a reparar radios y televisores de bulbos

Durante su larga vida, tuvo muchas actividades. Siendo aún joven, se retiró de los juegos mecánicos de su papá, para estudiar y aprender electrónica, para reparar radios y televisores de bulbos. ¿Quién fue Don Rubén Cáceres? Vivió un tiempo en ciudad de México, donde aprendió a reparar e instalar esos aparatos en las casas, antes de que la televisión llegara a Mérida en 1963.

Su llegada al parque de la Colonia Alemán

Fue en 1995, cuando surge la oportunidad de instalar sus juegos mecánicos de manera fija en el parque de la Alemán. Para ese entonces ya había regresado a ese negocio de manera itinerante, entiendo que en diversos rumbos de la ciudad. Desde hace 28 años han estado ahí sus juegos para diversión y entretenimiento de generaciones. Sólamente interrumpidos por un buen tiempo, a causa de la pandemia de 2020 y 2021.

Hay casos de quienes siendo niños en un principio, fueron llevados a esos juegos por sus papás. Ahora que han crecido y tienen sus familias, regresan a los juegos para también llevarlos ahí.

Sus últimos cumpleaños

En marzo de 2022, la familia de Don Rubén, en especial su hija Beatriz, hizo una fiesta en su domicilio, para festejar el 94° de su cumpleaños. Entre quienes estuvieron ahí, estaban sus hijos de Los Ángeles y sus dos hermanitas. Recuerdo que D. Rubén disfrutó mucho esa fiesta. A pesar de sus limitaciones de movilidad, estuvo bailando sin parar. Sin lugar a dudas, fue un momento que disfrutó él y su familia cercana. Yo, el que escribe estas líneas, fue testigo.

Don Rubén con sus hermanitas Lilí y Mary.
¿Quién fue Don Rubén Cáceres?
Don Rubén y yo, festejando su cumpleaños 94

Este último año de 2023, ya no fue igual. En visita previa que le hice en el parque, noté que estaba algo desanimado. Quizás se le habían acentuado ya algunos achaques propios de su edad y andaba con el ánimo caído. Lo estuve animando para celebrar en grande sus 95 años, pero entiendo que prefirió algo más íntimo y familiar.

El apodo por el que era conocido

Sus familiares cercanos lo llamaban “Pollo”. Otros lo conocían como el “tío Pollo”. Siempre estaba de buen humor. Seguramente ese era uno de sus secretos para tal longevidad.

Hasta no hace mucho, quizás el año pasado, lo veía por las mañanas supervisando las tareas de mantenimiento de sus juegos. Y poco tiempo antes, en la talacha, siempre apoyado por sus empleados y su hija Betty, quien desde hace algunos años lleva las riendas de los juegos mecánicos.

Mis últimas visitas

A principios de octubre de este año, fui a visitarlo al parque de forma sorpresiva. Llegué hasta donde habitualmente lo encontraba y no estaba. Le pregunté a su hija, por dónde andaba Don Rubén, y me comentó que estaba dando una vuelta caminando por el parque. Había un evento con numerosos puestos en la explanada. ¿Quién fue Don Rubén Cáceres? Así que fui hasta ahí y lo alcancé. Ahí estaba él, andando con su “burrito” en medio de la muchedumbre. Me acerqué y nos saludamos. Lo acompañé en su recorrido por algún rato. Se detuvo en un puesto que vendía pastelitos de camote. Él compró varios y yo también. Después de eso, nos dirigimos hacia los juegos mecánicos para sentarnos en las habituales sillas junto a su puesto de canicas.

¿Quién fue D. Rubén Cáceres?
Imagen del 1° de octubre de 2023

Atendió personalmente el puesto de las canicas

Luego de estar un rato ahí junto con él, se ausentó por un momento la persona que atiende el puesto de las canicas. Fue cuando un niño con sus papás solicitó jugarlas, él se levantó y procedió a atender dicha solicitud. Inmediatamente saqué mi teléfono y me puse a grabar ese breve instante. Nunca me imaginé que sería la última vez que lo vería atendiendo personalmente sus juegos.

¿Quién fue Don Rubén Cáceres?
Atendiendo el puesto de las canicas, 1° de octubre de 2023

Llamada telefónica

Previo a la última visita que le hice, él me llamó por teléfono, para saber cuando lo iba a visitar. Creo que presentía algo. No fui esa misma noche, pero dos noches después sí. La noche del martes 7 de noviembre. Fue la última vez que platicamos largo y tendido en medio del bullicio de la feria. De esta visita no hubo fotografía de recuerdo, pero sí varias historias.

La triste noticia

La tarde de ayer recibí un mensaje de su hija dándome la lamentable noticia del fallecimiento de su papá.

Días después de mi ultima visita, según me comento su hija Beatriz anoche en la velación, que Don Rubén sufrió una caída en su domicilio. ¿Quién fue Don Rubén Cáceres? A pesar de recibir las atenciones necesarias, su frágil humanidad no aguantó las consecuencias del accidente. Tuvo complicaciones que derivaron ayer en su sensible fallecimiento.

Mínimo se merece un homenaje póstumo

Por todo lo escrito anteriormente sobre este personaje que fue Don Rubén, un caballero en todo el sentido de la palabra, se merece un homenaje. Quizás hasta un monumento en el parque de la Colonia Alemán, del que fue partícipe en la vida y entretenimiento de ese rumbo de la ciudad. Que mantenga vivo el recuerdo y legado de sus últimos 28 años de vida. Le dio entretenimiento y diversión a generaciones de niños y niñas en el parque de la Colonia Alemán.

Vuele alto Don Rubén, aquí lo extrañaremos. Descanse en paz.

Mérida, Yucatán a 24 de noviembre de 2023.

C.P. Humberto Sánchez Baquedano.