Hace 100 años, La «Liga de Acción Social» de esta capital publicó un folleto donde de una manera clara y sencilla, da algunas medidas higiénicas apropiadas para evitar la invasión de la Peste Bubónica en Yucatán. De: el Periódico El Correo 1920. Peste Bubónica – Liga de Acción Social.
El folleto dice lo siguiente:
Precauciones para evitar la entrada de la Peste Bubónica en nuestro Estado:
Nadie debe alarmarse con exceso por el temor a la «Peste», por que hay medidas higiénicas relativamente sencillas para evitarla y solo se necesita una inteligencia perfecta de todos los elementos de la población para que estas medidas den un resultado satisfactorio. Además, el temor por sí solo no precave contra nada; muy al contrario, así como en las luchas físicas * el miedoso es fácilmente vencido *, en las luchas patológicas, el que tiene inactivos temores, es más fácilmente invadido por el mal.
En otros tiempos la «Peste» fue azote terrible para el mundo civilizado; la «Muerte Negra» del Siglo XIV recorrió toda Europa sembrando la desolación en todas partes. En los otros siglos siguientes, hasta el XIX, continúa asolando ciudades y pueblos. Desde los últimos años del XIX y lo que va corrido del XX (1920), el conocimiento de la causa del mal y la aplicación de reglas higiénicas precisas, han hecho decrecer notablemente la extensión y gravedad de las epidemias.
Aparte de los resultados admirables obtenidos en San Francisco California, en La Habana, en New York y New Orleans, México ha dado al mundo pruebas de cultura y actividad, localizando y terminando con brillante éxito la epidemia de Mazatlán, no hace muchos años.
Naturalmente que aún queden focos inmensos del mal en la India Inglesa, en el norte de África y China; pero tales focos nunca se observan en países cultos y por tal motivo, Yucatán no debe arredrarse ante la amenaza y debe aprestarse a combatirla con talento y firmeza.
Las medidas higiénicas a seguir
Las medidas higiénicas que contra la «Peste» deben tomarse, son de dos órdenes: las que exclusivamente incumben a la Autoridad Sanitaria y las que pueden observar los habitantes de las poblaciones amenazadas.
Las primeras, serán seguramente ejecutadas por las autoridades referidas y no deben ser objeto de esta publicación; y las segundas, aún y cuando siempre serán vigiladas por las mismas Autoridacdes, conviene que el pueblo conozca su objeto y su resultado. Por lo tanto la «LIGA DE ACCION SOCIAL» se apresura a vulgarizar esas medidas para que la campaña sea coronada por el éxito.
Ver también: La Influenza Española visita Yucatán en 1920
El contagio no se da entre personas
El contagio de la «Peste» rara vez se verifica del «enfermo» al «sano» directamente; la inmensa mayoría de las veces el contagio se verifica por medio de las pulgas de las ratas que llevan la enfermedad de unas ratas a otras y de las pulgas al hombre sano. La epidemia de los «Humanos es siempre precedida de la epidemia de las ratas. Conviene saber, además, que las plagas transmisoras pueden encontrarse en otros animales como los perros, los gatos, las ardillas, los conejos, etc., etc.; y también debe observarse que es posible el contagio por medio de las moscas, las chinches, los piojos y otros insectos.
Los contagios
Un enfermo de «Peste» no es tan peligroso como un nido de ratas en una casa. La experiencia enseña que cuando se presenta la enfermedad en una habitación, generalmente se limita a un sólo individuo, o si hay varios casos, éstos se presentan simultáneamente, al contrario de lo que pasa con otras epidemias, como la Influenza que ataca sucesivamente a muchos o todos los habitantes de una casa o barrio. Cuando se matan las pulgas, ratas y otros animales portadores de pulgas de una casa infectada, el contagio del mal no continúa.
Todo los cual indica que destruido el vehículo del contagio (las pulgas) y los animales enfermos (ratas y otros animales), se detiene la epidemia. Peste Bubónica – Liga de Acción Social.
La contaminación de las ratas por la «Peste» se manifiesta por una mortalidad insólita de estos animales en las casa; pero esta mortalidad indica ya el inicio de la epidemia y por lo tanto, lo prudente es matar las ratas antes de que se enfermen y destuir sus guaridas y nidos para que no se reproduzcan.
Los procedimientos para exterminar ratas son múltiples y cada cual puede escoger el más cómodo y apropiado para su domicilio. Lo importante es comenzar la campaña desde luego y hacerla completa, persiguiendo a las ratas en sus asilos más recónditos.
Muy probablemente NO llegue la Peste a Yucatán, si…
Prepararse para recibir al enemigo, es dar un paso hacia la victoria; así se espera que haya enfermos de «Peste» en Progreso o en Mérida, para empezar la matanza, la campaña será más difícil y sus resultados más relativos. En cambio, si se adquiere el convencimiento pleno de la utilidad de esta matanza; si se comienza desde luego y se termina pronto, se puede asegurar que NO HABRÁ «PESTE» EN YUCATÁN. Aún cuando tengamos en Progreso o Mérida casos importados de Veracruz u otros lugares, no se propagará el contagio si no hay ratas que lo transmitan por intermedio de las pulgas.
También se debe acabar con las pulgas, y este trabajo es más fácil, no habiendo animales que los porten, pues bastará trapear diariamente los pisos con una solución de creolina para matar a estos insectos.
Las buenas condiciones higiénicas individuales son igualmente un preservativo para el contagio de la «Peste». El aseo personal, de la habitación iluminada, ventilada y limpia, la comida sana y otras tantas recomendaciones que se acostumbra hacer en estos casos, poco o nada tiene en que modificarse en nuestro medio social. La cultura de Yucatán ha puesto hace tiempo una barrera a las infecciones de toda la especie. La mayoría de nuestro pueblo, tiene la gran fortuna de no estar comprendida entre los que tienen _ sí las amenazas constantes creadas por la suciedad y la miseria.
Mérida, 4 de junio de 1920.
Liga de Acción Social
Fin.