La Aduana Marítima en Progreso de Castro 1

La realidad virtual como herramienta de registro, difusión y conservación del patrimonio industrial: el caso de la Aduana Marítima en Progreso de Castro 1, Yucatán, primera parte

Autor: Emilio de Jesús Fernández Gamboa
Arquitecto, independiente

emiliofdez1789@gmail.com

Este artículo originalmente fue publicado en:

XVI Reunió Tècnica de Conservació i Restauració
Documentar en la conservació-restauració
Mètodes i noves tecnologies
I congrés virtual
3, 5, 10 i 12 de novembre de 2020

Conservadors-Restauradors Associats de Catalunya (CRAC)

RESUMEN

Ante la acelerada pérdida del patrimonio industrial, el conservador debe implementar nuevas metodologías que incorporen avances tecnológicos para su registro, catalogación y difusión. El público actual constituye un reto para la conservación por su búsqueda de nuevas experiencias mediante medios digitales que permitan una mayor interacción con la cultura y el patrimonio.

La Agencia Comercial la Administración

ABSTRACT

In the face of the accelerated loss of industrial heritage, curators must implement new methodologies that incorporate technological advances for its registration, cataloguing and dissemination. Today’s audiences are a greater challenge to conservation by seeking new experiences through digital means that allow greater interaction with culture and heritage.

PALABRAS CLAVE: patrimonio, gestión, Aduana Marítima, 3D, realidad virtual

Introducción

Ubicada en el sureste mexicano, la ciudad de Progreso de Castro presenta un grave problema por la pérdida de identidad y de sus bienes patrimoniales. Siendo la ciudad más joven de Yucatán, fundada en 1870, sus pobladores la consideran un espacio con nulo valor histórico, pensamiento a menudo reforzado por políticas gubernamentales que generan dinámicas de desarraigo, y que aceleran la pérdida del patrimonio y aminoran la cohesión social.

Vea también: PUERTO PROGRESO YUCATÁN NUNCA VISTO

Progreso de Castro fue fundamental durante el desarrollo de la industria henequenera, para la que fue el principal puerto comercial; sin embargo, no existen espacios que conmemoren su relevancia histórica.

Las mejoras en la infraestructura portuaria para el turismo de cruceros evidencian la necesidad de servicios y espacios para los visitantes; por ello, el patrimonio se constituye como un posible medio de fortalecimiento de la cohesión social y la identidad colectiva.

La situación del patrimonio edificado

Persisten en la ciudad diversos inmuebles de valor patrimonial con características arquitectónicas excepcionales, resultado del intercambio cultural que tuvo lugar de 1890 a 1910 por las exportaciones e importaciones hacia La Habana, Nueva Orleans, Baltimore, Nueva York, Londres, Liverpool, Le Havre, Burdeos, Santander, Bilbao, Cádiz, Málaga y Barcelona (Trujillo, 2005, p. 10). Sin embargo, ningún órgano oficial local, regional o nacional dispone de un inventario o catálogo de dichos inmuebles; tampoco existe una declaratoria para protegerlos. Debido a la carencia de fundamentos legales, en 2014 una cadena de tiendas de autoservicio demolió parcialmente la Casa Escalante. Posteriormente, a raíz de las denuncias de pobladores y medios locales, y tras la intervención del Instituto Nacional de Antropología e Historia, se llevó el caso a juicio y se dictaminó su reconstrucción.

La Aduana Marítima, el primer edificio en Progreso de Castro

Construido entre 1870 y 1871, su inauguración e inicio de labores representó el abandono parcial del primer puerto comercial de la región, Sisal (Archivo Notarial Yucateco, 1892, p. 141-143). Este edificio se construyó en un período histórico de cambios económicos, políticos, sociales y territoriales; en el imaginario colectivo es uno de los inmuebles más emblemáticos de dicho período. Su construcción inició el 16 de septiembre de 1870 y concluyó en diez meses, lo que la hizo merecedora de una descripción detallada de Alice Le Plongeon en 1873 (Le Plongeon, 2008, p. 22-23).

En 1880 la industria henequenera ocupaba el 60 % de la superficie sembrada de Yucatán y exportaba anualmente 40.000 toneladas de fibra, con un beneficio industrial del 170 % hacia 1890 (Suárez, 1977, p. 66). En 1891 se llevó a cabo la ampliación del inmueble, bajo la dirección del ingeniero José Larrondo, para almacenar las mercancías que llegaban al puerto (figura 1).

La Aduana Marítima en Progreso de Castro 1

Siglo XX

A inicios del siglo xx aumentó el tráfico comercial, por lo que se cedieron los terrenos aledaños (Archivo General del Estado de Yucatán, 1902, p. 1) y se construyó un cobertizo de estructura metálica, a cargo de la empresa Bridge de Pittsburgh, para almacenamiento (La Revista de Mérida, 1902, p. 2).

El crecimiento de la ciudad evidenció que la ubicación de la aduana rompía con las nuevas dinámicas del puerto, ya que ocasionaba problemas al obstruir vías aledañas. Por esta razón, en 1937 comenzó a gestarse el desmantelamiento del cobertizo y los terrenos próximos se donaron para nuevos usos (Diario de Yucatán, 1937, p. 5).

Por la alta demanda de fibra durante la Segunda Guerra Mundial, se promovió la construcción de un nuevo muelle fiscal; el proyecto contempló la construcción de un nuevo edificio para la aduana, por lo que el inmueble original fue oficialmente abandonado en 1951 (Diario de Yucatán, 1951, p.8). Posteriormente se inició la fragmentación de la manzana que ocupaba para la construcción de escuelas, oficinas gubernamentales, servicios del faro y predios particulares (Diario de Yucatán, 1950, p. 8).

La Aduana Marítima en Progreso de Castro 1

Desocupación del edificio

Tras la desocupación, el inmueble tuvo diversos usos; así, por ejemplo, alojó la Junta Federal de Mejoras, partidas militares y la Secretaría de Marina (Chac, 1991, comunicación personal), y se sometió a diversas adecuaciones para albergar instalaciones hospitalarias y sanitarias.

Entre 1980 y 1990, la plazuela frontal fue empleada como depósito de vehículos decomisados, mientras el inmueble permanecía abandonado.

En 1989 comenzó a gestionarse un nuevo uso para el edificio. Por este motivo, fue intervenido y explorado arqueológicamente por instituciones gubernamentales antes de establecerlo como Casa de la Cultura en 1995; las modificaciones realizadas configuraron la forma actual del inmueble. Actualmente la plazuela frontal se encuentra en
remodelación.

Sin embargo, las administraciones municipales han destinado diversos espacios a oficinas gubernamentales no afines y cada vez se desarrollan menos actividades culturales, lo que ha conllevado un alto grado de deterioro y subutilización, con trabajos de mantenimiento austeros y no adecuados a causa de las limitaciones presupuestarias y del desinterés de sus ocupantes.

Continúa aquí: LA ADUANA MARÍTIMA EN PROGRESO DE CASTRO 2

Le invito a ver el siguiente vídeo: Paseo Virtual de Progreso

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El Faro, y oculto en los árboles la Aduana Marítima
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