Nada más natural que seguir la moda para no caer en ridículo: así decía un amigo a otro que criticaba el embullo en que esta linda y alegre ciudad por su Itzimná, que hoy quiere hacer su papel. Itzimná de Zaragoza 1860.
Para convencerlo y justificar a los que han saltado a la arena, le decía: ¿París no tiene su Versalles? ¿Madrid no tiene su Aranjuez? ¿Méjico no tiene su Tacubaya? ¿Nueva York no tiene su Brooklyn? ¿Veracruz no tiene su Medellín? ¿La Habana no tiene su Cerro? ¿Nueva Orleans no tiene su Lago?
Vea también: LOS RECREOS DE ITZIMNÁ
Pues ¿Qué tiene que Mérida tenga su Itzimná, en donde las familias de comodidad pasen su temporada en la parte menesterosa recoja lo que éstas derraman?
Hace falta en Mérida un lugar para pasar una temporada y variar al menos de ambiente, que sin duda alguna lo hay bueno en Itzimná particularmente por las tardes y noches.
Un Paseo hasta Itzimná
La cosa va adelante, porque el Sr. coronel Don José D. Zetina ha formado un plano para hacer un camino para carruajes y para transeúntes a pie, de la quinta el «Obispo» (hoy 2021: calle 62 por 35) a la entrada de Itzimná; Itzimná de Zaragoza 1860.
Y si no me equivoco, no sólo era camino, sino un lindo paseo sembrado de ceibas y con asientos, que si no es por ahora como el Paseo de Tacón en la Habana y el de Bucareli en Méjico, será un buen paseo para Mérida.
De: «El Constitucional» lunes 18 de Mayo de 1860.