A continuación le presento la crónica publicada en La Revista de Mérida en enero de 1906, del evento de develación de la estatua del Dr. Justo Sierra O’Reilly en el remate o final del Paseo de Montejo de entonces. Cabe aclarar que este evento ocurrió pocas semanas antes de la visita del Gral. Porfirio Díaz Mori, presidente de la república. De hecho, las imágenes que se acompañan son de la visita a ese mismo sitio del Gral. Díaz. Justo Sierra en Paseo Montejo. A continuación la transcripción:
La ceremonia de hoy en el «Paseo Montejo». Descubrimiento de la estatua del Dr. don Justo Sierra O’Reilly.
Como se anunció con la debida antelación, esta mañana, a las ocho y media, tuvo lugar la ceremonia del descubrimiento de la estatua del ilustre Dr. D. Justo Sierra O’Reilly, erigida en el final del «Paseo Montejo«. A la hora fijada, llegó el Secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes con su comitiva. Poco después arribó el Sr. Gobernador del Estado, Lic. Olegario Molina Solís, habiendo sido saludado con el himno nacional por la Banda del Estado. En un amplio templete que se levantó a espaldas de la estatua, adornado con cortinajes y banderas y Escudos Nacionales, se reunió la concurrencia, y enseguida tuvo lugar el descubrimiento.
Este lo llevó a cabo el Sr. Gobernador, quien tirando de un lazo corredizo, hizo caer el manto azul que cubría la estatua del Dr. D. Justo Sierra, apareciendo la grave figura del ilustre yucateco, de pie, en actitud pensativa, mirando al Sur, con la mano izquierda metida en el bolsillo del pantalón y empuñando en la diestra una pluma: su gloriosa arma de combate.
Abajo, en la parte posterior del pedestal, se ve el escudo de la ciudad de Mérida, en bronce, en el cual está esculpida esta leyenda: «Muy noble y muy leal ciudad de Mérida» y en el centro del pedestal, una lápida que dice: «A la memoria del Dr. Justo Sierra, 1905«. En el momento de ser descubierta la estatua, la banda tocó el himno yucateco.
Emotivo evento
Los hijos y el nieto del Dr. Sierra, que se hallaban presentes, estaban conmovidos. Terminado el acto anterior, el señor Gobernador tomó asiento en el lugar de honor del templete, colocándose a su diestra el señor Ministro y a su izquierda el señor D. Manuel Sierra Méndez.
Estaban allí también, el Presidente del H. Ayuntamiento el Secretario General de Gobierno, el señor Jefe Político, las comisiones del Gobierno y del Ayuntamiento de Campeche, Magistrados, Diputados, Regidores, Militares, Profesores de los diferentes establecimientos de educación, caballeros particulares y un gentio inmenso de todas las clases sociales.
Discursos
El discurso inaugural estuvo a cargo del Lic. don Ricardo Molina Hübbe. Fue una pieza oratoria de mérito: digna de su autor, de aplausos al descender de la tribuna. En seguida el joven D. Miguel Aznar Preciat leyó en representación del Ayuntamiento de Campeche, un buen discurso, lleno de oportunos conceptos, que fue igualmente aplaudido. Después de una pieza de música, el inspirado doctor José Peón Contreras, aplaudido desde que ocupó la tribuna, con esa fluidez que todos le conocemos leyó una hermosa poesía, que fue interrumpida después de cada una de sus vibrantes estrofas, por la concurrencia con delirantes ovaciones.
Aún acariciaban los oídos de todos los delicados rumores de la lira del ilustre vate, cuando se alzó en la tribuna el erudito y distinguido maestro Sierra que fue saludado cariñosamente por la concurrencia. Con voz robusta y vibrante, leyó el señor Ministro una hermosísima oración llena de imágenes grandiosas y fulgurantes, dignas de su fama y de su nombre preclaro de literato.
Lic. Manuel Sierra Méndez
Habló de su ilustre padre, de su labor como hombre público y como literato. De sus sufrimientos fisicos y morales. De la época en que su figura inolvidable se movió en la escena política yucateca.
Hizo una sentidísima evocación de la esposa del señor Sierra, madre venerable del Maestro, que arrancó más de una lágrima, y terminó con cariñosas reminiscencias de los amigos de su padre que rodearon el lecho de la muerte de éste y de los literatos de entonces, entre los que figuraba, como hoy, el doctor Peón Contreras quien por singular coincidencia leyó sus primeros versos ante el cadáver del doctor Sierra. Cuando terminó el Lic. Sierra, una verdadera tempestad de aplausos saludó su descenso de la tribuna.
Hasta aquí la transcripción. Como se puede ver, fue un evento emotivo, que como comenté al principio, tuvo lugar varios días antes de la intensa gira del presidente de la república Gral. Porfirio Díaz a Yucatán, misma que se puede leer aquí: Visita del Gral. Porfirio Díaz Mori a Yucatán en febrero de 1906.
Mérida, Yucatán a 4 de mayo de 2024
CP Humberto Sánchez Baquedano