Reglamento en el bolsillo

Parte 2. Era obligación de los conductores y los cocheros, tener siempre en su bolsillo su reglamento. Si un inspector en su verificación de rutina encontraba que el conductor o cochero no tenían su reglamento a la mano, les imponía una multa. Si se le extraviaba, debía solicitar otro, previo pago. Los conductores tenían prohibido prestar su reglamento o permitir que lo lean personas del público. El Reglamento en el bolsillo siempre.

Un boleto de la Compañía de Tranvías de Mérida, S. A.

Los conductores podían ser: propietarios o relevadores

Los primeros eran los más experimentados y siempre tenían trabajo. Los relevadores eran los menos experimentados y cubrían a los propietarios en las horas de almuerzo y comida, y descanso.

   

Era obligación de los conductores propietarios, presentarse al trabajo en la Plaza Mayor (Plaza Grande) mínimo 10 minutos antes de la hora en que debe salir para su primer viaje. En caso contrario, el carro era asignado por el jefe de estación, a un relevador quien trabajaba todo el turno. El propietario perdía su derecho a trabajar ese día. Por lo tanto, los relevadores también debían de estar disponibles, en caso de ausencias de los propietarios.

Reglamento en el bolsillo
   

Era obligación del conductor, portar en el pecho, de manera visible su placa de identificación. Tenían prohibido intercambiarla con otro ni mucho menos prestarla. En caso contrario, perdían el derecho a ella.

Los conductores que dejaban de prestar servicio, debían devolver dicha placa, con penalización en caso contrario.

Reglamento en el bolsillo
Placa de Conductor de Tranvía

Era responsabilidad del conductor mantener limpio el interior del coche. Debía también verificar que el retranquero hiciera la parte que le correspondía.

El trato al público

Estaba obligado a ser atento y cortés con el público, en particular con las señoras, niños y personas mayores. Tenían prohibido usar lenguaje inmoral o impropio. Estaban obligados a cumplir con el Reglamento de Tranvías del Municipio de Mérida. Las multas que le fueran impuestas a la Compañía por infracciones, los conductores debían pagarlas.

   

Cupo del carro

Los pasajeros siempre debían viajar sentados en los asientos del coche. En caso de estar ocupados todos, el conductor permitía que viajen pasajeros en las plataformas. En la delantera, cuatro y en la de atrás hasta seis. Una vez ocupados estos espacios, los pasajeros que suban debían permanecer de pie en el pasillo del carro. En caso contrario, el conductor los apearía. Estaba prohibido que algún pasajero viaje en los estribos del coche. Siempre debían traer el reglamento en el bolsillo.

   

Posición del conductor en el interior del carro

Al salir los coches de la Plaza Mayor o de los extremos de las rutas, los conductores debían estar de pie en la plataforma posterior, mirando hacia atrás, para poder atender las llamadas de los pasajeros. Una vez en movimiento el carro, debía permanecer en ese sitio por lo menos hasta después de haber avanzado media cuadra.

Reglamento en el bolsillo
Fichas de Tranvías de Mérida

Cuando el carro estaba en movimiento y ya no estaba cobrando a los pasajeros, el conductor debía permanecer de pie en la plataforma trasera. Debía también estar pendientes en los cruces de calles para advertir de los pasajeros que venían en las calles transversales y querían tomar el carro. Igualmente debía estar atento a las llamadas de los pasajeros que querían bajar del coche o subir a él.

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Antiguas escenas de la ciudad de Mérida, Yucatán del año de 1945:

Centro Histórico Mérida 1945