Una de las cosas que más han llamado la atención siempre en esta Capital, es el mal estado de sus calles. La falta de nivelación conveniente, que existe desde que se formó el plano de la ciudad. Estado calles Mérida 1872. Las calles de Mérida hace 150 años.
No fue reparada por sus primeros fundadores. El abandono con que después fue visto por el gobierno colonial. Luego por la falta de conocimientos científicos que ha habido en las diversas ocasiones en que hemos intentado remediar el mal, todo ese defecto que queremos, como todos lo quieren, ver corregido.
En la época de las lluvias queda anegada la mayor parte de las calles, aún las más importantes. En ellas se encuentran los establecimientos mercantiles con mayor movimiento. Así mismo, las oficinas públicas. En no pocas ocasiones sucede que el agua invade las mismas casas, con gran molestia y aún perjuicio de sus moradores.
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Al no haber la nivelación necesaria para que el agua vaya reconociendo las afueras de la ciudad, represada en las cavidades de las calles y en las mismas aceras. Resulta que por su descomposición natural, se desprenden miasmas deletéreos, que sin dudas producen las enfermedades que se sufren en la ciudad. Contribuyendo a esto en mucho, el pretendido depósito que se encuentra en el centro mismo, y que es conocido con el nombre de «el Puente».
En temporada de seca
En tiempo de la seca, sucede también que las aguas de las charcas se han convertido en lodazales pestilentes. Éstas se van secando por la acción del sol, que no tardan en convertirse en nubes de polvo. El viento lo levanta y envuelven frecuentemente a la ciudad, perjudicando a los establecimientos del comercio, a los talleres de artes y, a todos. Afecta a los muebles, y lo que es peor aún, en su salud. El polvo que se respira daña los pulmones y afecta también la vista.
Así, los habitantes se encuentran condenados a enfermarse en las dos estaciones. En la época de lluvias, por las emanaciones del agua estancada y en la de seca, por el polvo que se levanta en las calles.
Es verdad que no han dejado los Ayuntamientos de otras épocas, y aún los mismos gobiernos, de poner la mano en este mal para remediarlo.
Los trabajos hechos parcialmente no han sido todavía ni los necesarios siquiera. Ni los necesarios decimos, porque si bien han quedado embutidas algunas calles, que ciertamente ofrecen un piso sólido y limpio. Estado calles Mérida 1872. Las calles contiguas o laterales a éstas quedan en peor estado de lo que antes estaban.
Por esa razón, el agua de la lluvia no se reparte, ya que en las calles que por el embutido han quedado altas. Así sucede actualmente (1872) con algunas reparaciones efectuadas, que además, va ocasionando que las casas quedan hundidas en la calle, a causa del desnivel al que está con el de los edificios.
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