Paseo dominical Montejo 1924

Hace 99 años, esto es, en 1924 se publicó esta nota en el periódico La Lucha, dirigido al Sr. Inspector de Policía, en la que menciona que el Paseo de Montejo de esa época parecía un cortejo fúnebre. Los paseos dominicales habían perdido su animación, cuando entró un ejército de policías. Paseo dominical Montejo 1924. Veamos el texto de la nota.

Paseo dominical Montejo 1924
El Paseo de Montejo en 1924

Hasta no hace muchas semanas y cuando la policía no iba a cuidar el orden de los paseos dominicales de Montejo resultaban éstos en extremo alegres y daban verdadera expansión al espíritu.

   

Libre circulación de autos y carruajes

Circulaban los autos y carruajes a distinta velocidad y aunque no faltaba la nota discordante de algún auto que iba con excesiva rapidez, justo es confesar que ni aún así, no hubo nunca colisión o accidente alguno, y cada quien se paseaba según su temperamento, gusto o propósito.

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En una palabra la hermosa libertad no estaba restringida por nada ni por nadie, y de aquí la expansión espiritual de que hemos hablado ya. Paseo dominical Montejo 1924. Tanto más cuanto que alabamos el hermoso espectáculo de un pueblo culto que se divertía a sus anchas sin necesidad de ser custodiado por guardianes del orden público.

   

Sucede, ahora, que va casi un ejército de policías a cuidar el orden, que éste obliga a los autos a ir en una sola línea y todo lo más a su derecha o sea sobre las cunetas de esta espaciosa y doble avenida, muchas veces llenas de agua y dejando desierta la parte central de este hermoso paseo, semejando a ratos que un peligro amenaza en él y por esto se obliga a los autos a cargar sobre su derecha.

Entorpecían el tráfico

Y sucede, y esto es lo peor, cuando algún auto por mal estado o por la petulancia de sus tripulantes va despacio, se obliga a todos a marchar con la misma velocidad, porque nadie puede pasar a otro y resulta que esa única hilera se congestiona en partes y deja desiertas otras, lo que hace languidecer dichos paseos pues semejan un cortejo fúnebre.

   

¿Qué inconveniente, qué razón hay para que no se permita una segunda hilera que tan cómodamente caben en ella?

Paseo dominical Montejo 1924


Así los autos que quieran ir despacio irán más a la derecha los que gusten mayor velocidad hacia el centro.

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Diversión sin violación al reglamento de tránsito

Sobre todo, si antes nos divertíamos y paseábamos a nuestro gusto sin estar custodiados por ejércitos de policías, sin ninguna transgresión al reglamento de tráfico, ¿Qué razón hay para que no sigamos dando el espectáculo de un pueblo culto?

   

La acción policial solamente la deben ejercer algunos inspectores de tráfico y castigar severamente a los transgresores.

Piense muy bien el Sr. Inspector de Policía que tenemos razón y remedie los males apuntados.

Firmado por:
T. O. DOLITO.

1940s Paseo de Montejo, Pérez Ponce, casonas, Chuminópolis: