De acuerdo a una nota periodística encontrada por Yucatán Ancestral, en el año de 1956 hubo un intento por reconstruir la reja original del atrio de la Catedral de Mérida. Reconstrucción verja Catedral 1950s.
Realmente ese proyecto no se concretó en esa época. Encontró oposición entre la población. En la nota se menciona que, tanto la Secretaría de Bienes Nacionales y la de Educación Pública, a través de la Dirección de Monumentos Coloniales, habían autorizado la reconstrucción del Atrio de la Catedral de Mérida, en su área primitiva, y que pretendía reinstalar la verja original de hierro que la circundaba. Se menciona que dicha verja había sido obsequiada por la Emperatriz Carlota, y el poseedor de esa misma de ese tiempo, la había puesto ya a disposición del Gobierno Federal.
En fotografías antiguas
En fotografías de principios del Siglo XX, vemos dicha verja, que en las décadas siguientes, ante el voraz avance del automóvil, para dar espacio al tráfico y estacionamiento, se ampliaron las calles y se redujo el área del atrio. Al eliminar la verja, el atrio se convirtió en estacionamiento de automóviles, como vemos en fotografías de los 1920s.
En esa misma nota, también se menciona que se habían hecho los estudios y análisis acerca del tránsito de peatones y vehículos en la calle 60 y alrededores de la Catedral, no encontrando inconvenientes.
Igualmente afirmaba que ya se habían girado las instrucciones al “encargado de la Catedral” y al Inspector de Monumentos Coloniales en Yucatán, para que procedan de inmediato a las obras. Igualmente habían dado instrucciones al Presidente Municipal de Mérida, para que en cumplimiento de la Ley Federal de Monumentos Coloniales vigente en esa época, proceda a ordenar el retiro de los puestos de ventas instalados en el área ya mencionada.
Aclaraciones posteriores
Al parecer, el proyecto no gustó a muchas personas. En otra nota publicada días después, el inspector de Monumentos Coloniales, Sr. Roque Campos González, aclara algunas dudas y hace algunas aclaraciones, respecto de lo anunciado días antes.
Aclara que, el área que se pretende recuperar para el atrio de la Catedral, es y siempre ha sido propiedad de la Nación. Que no era propiedad del Municipio, como algunas personas inconformes estaban manifestando.
La idea del proyecto era volver a instalar la reja – original -, en el mismo lugar en donde estaba, y delimitar nuevamente el espacio que siempre ha sido propiedad de la Nación. Que no se ha requerido autorización del Municipio para ello. Que únicamente se le había participado, para que proporcione las facilidades correspondientes.
Vea también: Restauración de la Catedral de 1966
Los números
El área a restituir a la Catedral, era una franja de 2.8 metros en todo su frente, el costado poniente (sobre la calle 60). El ancho de la calle, quedaría en ese mismo tramo de 16.51 metros de la Catedral a la Plaza Principal. Frente al Ateneo Peninsular, quedaría un poco más angosta. Se continuaría permitiendo el estacionamiento de vehículos en ambas aceras (Catedral y Plaza Grande). No se preveían problemas de tráfico al hacer estos cambios, tema que al parecer había ocasionado la oposición de muchas personas al proyecto.
Con respecto a la calle 61, la aplicación en su parte más ancha, era de apenas 1.42 metros. Tampoco se preveían problemas de tránsito.
¿Cómo era la reja a reinstalar?
La verja a reinstalar consta de: Siete verjas de entrada, tres correspondientes a las tres puertas frontales, una a la del Sagrario, otra a la del mismo templo sobre la calle 61, y dos grandes, en cada uno de los chaflanes, una en la contra esquina del Palacio de Gobierno, y la otra en la esquina de la calle del Pasaje de la Revolución, a su salida a la calle 60, frente al edificio del Ateneo Peninsular, por todas las cuales, la población podría entrar, salir y transitar el área como lo hacía antes.
Ese proyecto no se concretó. En décadas posteriores la zona tuvo modificaciones. Reconstrucción verja Catedral 1950s. Se prohibió el estacionamiento en los costados de las calles y alrededor de la Plaza Grande.
No fue sino hasta la década de los 2000s, cuando al fin instaló de nuevo la reja. Una nueva que no duró mucho tiempo, y que en los 2010s se reemplazó por una más resistente y que está hasta nuestros días.
De: extracto de notas periodísticas
Mérida, Yucatán, a 25 de agosto de 2022
CP Humberto Sánchez Baquedano