Primer año. En primero, en el salón 1, era el maestro el hoy ex-Hno. Marista Jenaro Rodríguez Rodríguez. Recuerdo y hay fotos en los anuarios donde D. Jenaro aparece con un acordeón. Lo tocaba en diferentes actividades escolares. En el salón 2, también de primer año, fue el titular D. Miguel Ángel González García. De primero a tercero Colegio Montejo. También el maestro Miguel Ángel usaba con frecuencia el acordeón. Recuerdo también que daba clases de música particulares, y enseñaba música con diferentes instrumentos.
Las regletas
En ese tiempo, una forma de aprender y comprender las matemáticas, era con las “regletas”. A cada uno de los alumnos se le asignaba una caja, que contenía decenas de diferentes piezas, cada una representaba un valor y tenía un color diferente. Eran 10 diferentes y de plástico. Recuerdo que con ello aprendimos los conceptos básicos de las matemáticas.
El libro que usamos para aprender a leer y a escribir, era “Mi Libro Mágico”. En ese tiempo aprendíamos a leer en primero de primaria. Al poco tiempo eso se cambió a la “preprimaria” y los alumnos ya debían saber leer antes de ingresar a primaria.
Algo curioso que se dio en nuestra generación en el Colegio Montejo, es que fue la última en tener como titulares en el salón a maestros varones. Cuando pasamos a segundo, quienes ingresaron a primero, ya tuvieron a maestras como titulares. De segundo a sexto, permanecieron sólo varones. Cuando pasamos a tercero, ocurrió lo mismo. Ingresaron nuevas maestras para primero y segundo año. Algunos maestros por lo eran asignados a diferentes años. Algunos otros permanecían en el mismo año. En lo particular, en lo que corresponde, ninguno repitió, pero a algunos sí se repitió, en el caso de los maestros D. Miguel Ángel González García y D. Aurelio Chi Canul.
Además de haber una buena piscina para las clases de natación, habían en ese espacio unos venados. Sí, unos venados vivos. Igualmente había un arenal donde habían una barras paralelas y un pasamanos.
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Había también la cancha principal con césped, y varias canchas menores de tierra para fútbol. Desde el corredor principal, saliendo al patio, estaban los bebederos. Dispensaban agua potable de la tubería. Un jardín de cada lado, y luego las canchas de básquet. Por ahí también estaban las de espirobol.
En el extremo poniente estaba la tiendita escolar. Recuerdo que me daban mis papás un peso que me daban de «gastada» y con ello me compraba mi Coca-Cola en botella chica y mi torta. Muy posiblemente tenía cambio.
Las fotos que nos tomaron para el anuario fueron grupales, donde en una sola foto estaba todo el salón, en uniforme blanco. Era el período escolar 1972-3. El director del Colegio fue D. Guillermo Vela Román.
Los carnavales
Cada año se hacía un pequeño desfile de carnaval. Todos disfrazados, nos reuníamos en el parque de la Colonia México, para ir caminando rumbo al Colegio en Itzimná.
Segundo año.
El titular del salón 4 donde estuve fue D. Aurelio Chi Canul. Del salón 3, fue nuevamente D. Miguel Ángel. En el anuario del segundo año, 1973-74, las fotografías de los alumnos son individuales. El director del Colegio en ese tiempo fue D. Carlos Álvarez Indart, cargo que mantuvo durante 3 ciclos escolares.
Don Aurelio es recordado por usar los gises y borradores (del pizarrón) como proyectiles, para llamar la atención de algún alumno distraído o que estaba metiendo relajo. Creo que en más de una ocasión llegó a impactar directamente a algún compañero, pero sin mayores consecuencias que el susto. En aquellos tiempos, los maestros tenían autoridad, aunque el uso de la violencia nunca ha sido correcto.
Fue en segundo año, cuando mi grupo fue preparado para hacer la primera comunión. Curiosamente, en el anuario correspondiente a ese año, no hubo reseña gráfica del evento, lo que sí había ocurrido un año antes y después. Estuvo a cargo del Pbro. Álvaro García Aguilar, aunque creo que también estaba el Padre Javier Bacelis Cano como capellán del colegio.
Educación musical
En lo concerniente a la educación musical, teníamos a dos grandes maestros: en primer lugar a Dña. Carmita Andrade Vda. de Lechuga. Por otro lado a Don Gumersindo Poot Canché, quien también fuera organista titular en la Catedral de San Ildefonso de Mérida. Algunos años fue Dña. Carmita y luego D. Gumersindo. Ellos siempre acompañados de un antiguo piano vertical.
Una de las canciones que cantábamos era “El pájaro de acero”. Recuerdo que era muy breve, y se repetía y repetía, cada vez más rápido.
Ya que estamos en el tema de la música, una canción que cantábamos en el trayecto a una excursión en el autobús escolar, era la clásica: “Al chofer no se le para (el camión)”. Esto último quizás, cuando ya estábamos en cuarto o quinto de primaria.
Tercer año.
En esta ocasión me tocó estar en el salón a cargo del maestro D. Miguel Ángel González García, el salón 5. En el salón 6 estaba el maestro D. Víctor Quiroz Rivas. En el anuario 1974-75 las fotos fueron grupales. Todo el salón en una sola fotografía.
Pintura al óleo
Recuerdo que en ese año, hicimos una pintura al óleo. Cada uno tenía su lienzo, un caballete, la paleta de madera, un juego de pinceles y la caja de tubitos de pintura en pasta. Seguro no lo creerán, pero también tengo hasta la fecha mi cuadro. Recuerdo que tenía en papel un recorte de alguna revista, de donde había tomado como muestra para mi pintura. El maestro Miguel Ángel me ayudó, como a todos, para los detalles del cuadro. Recuerdo que en su momento me encantó como quedó.
También recuerdo haber sido parte de la rondalla y coro del colegio. Nunca me interesó aprender a tocar instrumento musical alguno. Así que participaba en el coro, aunque tampoco me distinguí por mis dotes de cantante. Pero, en al menos una ocasión, en algún programa de televisión recuerdo haber participado. No recuerdo si fue en el Canal 3 o en el Canal 13. Eran programas con transmisión en vivo.
Los pupitres
Las mesas de trabajo para los primeros tres años, recuerdo que eran modernos, modulares, con silla separada. Para los años de cuarto a sexto, que estaban en el segundo piso, eran los antiguos pupitres o mesa banco de madera. Que incorporaban la banca que había que bajar para sentarse. Al frente estaba la tabla sobre la cual escribíamos, que a su vez era el compartimiento para guardar los útiles: cuadernos, libros, lápices, plumones y borradores.
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Teníamos que levantar la tapa para acceder a las cosas. Buen número de esos pupitres, barnizados color madera, tenían un hueco al frente, del lado derecho. Era para colocar el tintero. Les digo que eran muy antiguos, cuando se usaban las pluma fuente y no existían aún los bolígrafos. Afortunadamente en mi época ya existían y habían caído en desuso los tinteros.
Los salones no contaban con aire acondicionado como ahora. Quizás tenían ventilador, ese detalle no lo recuerdo bien. Todos los lunes había que ir a la escuela con el uniforme blanco: para los honores a la bandera.
Eventos deportivos
Constantemente habían eventos en la escuela, en particular deportivos. Torneos de futbol, basquetbol y voleibol. Creo que también softbol. Eran los Juegos Dominicales.
En los recreos también teníamos a nuestra disposición, las pelotas para los diferentes deportes que ya mencioné, además del espirobol. El espirobol era muy popular. En un poste se colocaba la cuerda que sostenía la bola. Dos jugadores uno de cada lado, y con derecho a usar la mitad del espacio, cada jugador tenía que golpear la pelota, de tal forma que el contrincante tenía que detenerla. Primero a tercero Colegio Montejo. Si el golpe era certero, la pelota giraba en el poste. El juego lo ganaba quien lograba enrollar la cuerda con la pelota en el sentido a su favor. Se hacía cola para jugar. Quien ganaba se daba contra el siguiente de la cola hasta que perdía.
Durante los primeros tres años en el Colegio Montejo, los uniformes deportivos eran de color rojo con vivos blancos y para los contrincantes, color blanco con vivos rojos. Se distinguían por una enorme “V” en el pecho. El pantalocillo era de color blanco. Todos en tela de algodón.
Para los siguientes años, de cuarto a sexto, ya eran unos jersey: rojos y azules. En el pecho, del lado izquierdo, tenía impreso en plástico con fondo azul, el logotipo del Colegio Montejo. Los pantaloncillos eran nuevamente blancos.
Había también la Liga Marcelino Champagnat, un torneo deportivo de futbol, que si mal no recuerdo, era inter-escolar, ya que participaban también las selecciones de otras escuelas.
También había torneo de atletismo. Recuerdo haber participado en el lanzamiento de bala.
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