Visita del General Porfirio Díaz a Yucatán en Febrero de 1906 (3/6)

El Presidente Porfirio Díaz visita la hacienda Chunchucmil (3/6)

Baile en la Lonja

Verdaderamente espléndido resultó el gran baile oficial que tuvo verificativo la noche del día 6 en los magníficos salones de la Lonja Meridana. Ocupa ésta un soberbio edificio en el centro de la ciudad, ricamente decorado. La noche del baile, con su regio adorno y profusa iluminación, semejaba un palacio encantado. El Presidente Porfirio Díaz visita la hacienda Chunchucmil.

Asistió al sarao lo mejor con que cuenta la sociedad de Mérida, allí tuvimos oportunidad de ver a la mujer yucateca, elegante y distinguida, al lado del caballero que, sin afectación ninguna, usa traje de etiqueta.

   

La meridana es modesta, elegante y sencilla a la vez; recatada y severa, pero con un recato y una severidad envueltos en finas y delicadas maneras.

El Presidente Porfirio Díaz visita la hacienda Chunchucmil. Baile de vaqueras

Como devotas de Terpsícore, ocupan las yucatecas un lugar señalado entre los habitantes de otros Estados. Tienen singular preferencia por las danzas, mazurkas y cuadrillas, y, cosa rara, no son muy afectas ni al cadencioso wals ni al moderno «two-step». En el carnet del baile de la Lonja sólo figuraron dos de los primeros y una de las piezas norteamericanas aquí tan en boga.

   

La señora Carmen Romero Rubio de Díaz, así como las damas de su comitiva, llamaron la atención por las irreprochables elegantísimas «toilettes» y las muy ricas joyas que lucieron.

El baile de que nos ocupamos no es para ser descrito; es para ser visto. La luz de innúmeras lámparas de cristal se reflejaba y multiplicaba en lunas venecianas, en brillante explosión de colores y de aromas alternaban flores y gasas. Una multitud de mujeres bellas discurría como parvada de mariposas atravesando los salones al armonioso compás de una orquesta cuyas notas parecían cantos de primavera tropical.

En Chunchucmil

A las siete de la mañana del día 7, el señor Presidente y demás invitados salieron en un tren especial rumbo a la finca de Don Rafael Peón, llamada Hacienda Chunchucmil.

El Presidente Porfirio Díaz visita la hacienda Chunchucmil

Después de visitar la hacienda y de ver los trabajos agrícolas, se sirvió un suculento banquete y al concluir éste, tuvo verificativo un baile de vaqueras.

   

En número de veinte fueron las muchachas que tomaron parte; hermosas y rozagantes todas. Sus trajes eran verdaderamente lujosos. De finísima tela blanca de lino, orlados, tanto el «hipil» como la enagua, con magníficos bordados y ricos encajes. Llevaban al cuello cadena de oro y rosarios de perlas y corales. De los extremos colgaban medallones o cruces de oro de exquisita labor de filigrana; se cubrían la cabeza con finos sombrerillos.

   

El señor General Díaz obsequió a una de aquellas lindas muchachas una onza de oro de reciente acuñación.

El Presidente Porfirio Díaz visita la hacienda Chunchucmil

De: Revista «El Tiempo Ilustrado» Febrero 18, 1906
Imágenes: H. F. Schlattman

Continúa aquí

4K Caminata Colonia Miguel Alemán Mérida Yucatán parte 2