Fábricas de Hielo en Yucatán a fines del Siglo XIX
El clima cálido de la región hacía propicio el establecimiento de fábricas de hielo. Desde los años mil ochocientos sesenta, se montaron las primeras utilizando pequeños aparatos del sistema Carré, importados de Francia. Operaban a base de absorción de amoniaco accionados por una bomba de mano.
Más tarde, por el año 1870 el señor Manuel Almeida montó en Mérida una fábrica más moderna y de gran capacidad para entonces. Era movida por un motor de vapor de 6 caballos de fuerza. Con esta máquina producía magnífico hielo en cantidad suficiente para el consumo de la población.
Del hielo decía un cronista en 1878 elogiándolo:
«es un recurso eficaz para las familias, pues el hielo usado con moderación especialmente en las bebidas es muy agradable e higiénico. Es también utilísimo para ciertas enfermedades«.
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«El Polo Norte»
Hacia 1888 estableció una nueva fábrica el Sr. Joaquín Arigunaga que tuvo poca duración y un año después se establecieron tres más:
1- La fábrica «El Polo Norte» del Sr. Luis Morales Espinosa montada en la esquina de «El Perejil» en el cruce de las hoy calles 70 y 63.
2- La Compañía de Hielo Artificial de Mérida, S.A., instalada en el barrio de San Cristóbal, de la que era director el Lic. Néstor Rubio Alpuche y cuyos socios, además de éste, eran los señores Felipe Ibarra Ortoll, Diego y Sebastián Hernández Escudero, Fernando R. Güemes y Juan Hoffman.
3- La fábrica era la que instalaron los hermanos Solís en la hacienda Xcanchakán y cuyo producto vendían en el expendio de nombre «El Polo Sur» en la ciudad de Mérida.
El hielo se vendía a 25 centavos la arroba y a 80 centavos el quintal.
Arroba: es una unidad de masa que equivale a la cuarta parte de un quintal, equivalente a 11.502 kgs.
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Quintal: es una antigua unidad de peso que equivale a 100 libras castellanas ó 46.008 kg.
A fines del Siglo XIX ya había desaparecido Cía. de Hielo Artificial de Mérida y sólo subsistían las de «El Polo Norte» y «El Polo Sur«.
Fuerte crisis económica en los últimos años del Siglo XIX
Cuando la severa crisis de 1895 y 1896 los negocios del Sr. Morales Espinosa se vieron afectados por la situación económica. Tuvo que venderlos en almoneda privada para pagar a sus acreedores, adquiriéndolos en la suma de $31,005.00 la casa José Ma. Ponce y Cía. En esta operación quedaron incluidas dos fábricas más de Morales Espinosa aparte la fábrica de hielo, una de chocolates y otra de dulces y confitería. Fábricas de Hielo en Yucatán a fines del Siglo XIX.
La Quinta «El Perejil»
En 1899 el edificio de la fábrica era ya de tres pisos y se producían en él 12 toneladas diarias de hielo. Contaba con dos máquinas movidas por un motor de 150 caballos de fuerza.
En ese mismo lugar la citada firma de José M. Ponce y Cía. instaló una fábrica de cerveza (que después se denominó Cervecería Yucateca, S.A.). Poco después se deshizo de las fábricas de dulces y chocolates. Se las vendió al Sr. Jacinto Lizarraga. Se dedicó exclusivamente a la fabricación de hielo y cerveza.
Al iniciarse el Siglo XX existía una importante fábrica de hielo en Valladolid, «Los Dos Polos«, propiedad de una sociedad anónima.
De: La Evolución Económica de Yucatán – D. Víctor M. Suárez Molina
Actualización: 7 de julio de 2022: La primera máquina para fabricar hielo en el mundo
Hace pocas semanas, les compartí una nota donde se anunciaba la venta de hielo en una tienda frente al parque de San Cristóbal Mérida en el año de 1841.
Surgió la duda de cómo en esas épocas era posible fabricar y comercializar hielo en Mérida.
Investigando acerca de la primera fabricación de hielo artificial en el mundo, encontré que, una primera demostración de refrigeración artificial se le adjudica a William Cullen, de la Universidad de Glasgow, que se llevó a cabo en 1756. Utilizó una bomba para crear un vacío parcial en un recipiente de éter dietílico. Con eso, bajó su pinta hirviendo y el éter dietílico hervido. Esa reacción absorbió el calor del entorno. Este efecto incluso produjo una pequeña cantidad de hielo, pero el proceso aún no era práctico y no se podía usar comercialmente. Pero fue un comienzo y todos los demás experimentos e ideas se originan en esto. (Fuente: William Cullen Biography – Inventor of Artificial Refrigeration )
Pero fue Jacob Perkins, norteamericano, quien en 1834 obtiene la primera patente por una máquina que era capaz de fabricar hielo.
Mientras trabajaba en Filadelfia conoció y se hizo amigo de Oliver Evans (1755-1819), quien estaba experimentando con el uso del vapor a alta presión y también cuyas ideas tal vez lo llevaron a concebir su máquina de refrigeración. Una de sus patentes BP 6662 1834 fue descrita como Mejora en el aparato y los medios para producir hielo, y en los fluidos de refrigeración. La máquina involucrada fue construida por John Hague en Londres y utilizó éter etílico para producir una pequeña cantidad de hielo. Fue notable por el uso de una válvula de expansión ponderada. (Fuente: THE PERKINS FAMILY )
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