Parte 1. En días pasados tuve acceso al Reglamento de Operación de los Tranvías de Mérida, emitido el 1 de octubre de 1913 por la Compañía de Tranvías de Mérida, S. A. y su Director General, Sr. Luis F. Medina. Este documento pertenece al acervo histórico Pío Pérez. Se refiere a los tranvías de tracción animal. El Reglamento Tranvías Mérida.
A continuación encontrará un extracto bastante completo del reglamento, donde se plasma a detalle la forma en que debían operar el conductor y el retranquero, quienes iban abordo, controlando el viaje del tranvía.
Conductor y retranquero o cochero
La operación de un carro de tranvía, se lleva a cabo por dos personas: el conductor y el retranquero. El retranquero es quien controla a las bestias de arrastre y su posición en el vehículo era la parte delantera. El conductor es quien dirige el vehículo, quien mediante timbrazos da instrucciones al retranquero. Él se encarga de cobrar a los pasajeros. Su posición estaba en la plataforma trasera del carro. Cada uno de ellos tenía su propio reglamento, con sus obligaciones y responsabilidades bien detalladas, y que para poder ser uno de ellos, deben cumplir cabalmente.
Empezaré por describir las reglas a las que estaba sujeto el conductor
Era bastante estricto, y advertía de primera instancia que el empleado que no cumpliera este reglamento, podía se sujeto de multa, suspensión sin goce de sueldo, hasta despido, por infracción a las reglas ya sea por ignorancia, negligencia o intencional. En caso de alguna pérdida o perjuicio causado, se haría responsable al conductor, quien debía solventar los daños. Advierte este mismo documento, que si el reglamento era seguido con exactitud, en caso de algún evento no deseado, la Compañía defendería al conductor.
Características deseadas para ser conductor
Entre las características personales que debía tener un empleado está, que fuera de buen carácter y de buenas costumbres, que le fuera fiel a la Compañía, que trabaje con dedicación, que cumpliera con sus obligaciones con prontitud y gustoso. Si el empleado era honrado en todo, sobrio, cuidadoso en su apariencia personal, atento y cortés con el público y sus superiores y lo que haga siempre sea lo mejor por los intereses de la Compañía, ésta lo consideraba y tomaba en cuenta.
En características más especificas para ocupar la plaza de conductor estaba: que debía tener buena conducta, buenos antecedentes, moralidad, temperancia, mayor de 21 años de edad, saber leer y escribir y presentar dos cartas de recomendación de personas respetables.
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Los solicitantes se inscribían en un Registro, y eran admitidos al servicio en el orden en que se registraron, cuando se fueran generando las vacantes.
Al ser admitido como practicante, recibía una placa y su reglamento, por lo que depositaba el importe de 8 pesos. Ese importe le era devuelto cuando se separaba del puesto y devolviera en buen estado su placa y reglamento. En caso contrario, se le descontaba de ahí el costo.
Una vez concluido el período de práctica, el conductor hacía un nuevo depósito (no definido en el reglamento) pero que correspondía a una garantía por los ingresos que genere el carro y cualquiere reclamo contra él.
Los conductores debían ser respetuosos y sumisos para con sus superiores y dependían del Director General.