Carnaval de Mérida Ancestral
Los bailes de Carnaval en Mérida, no son para ser descritos: son para ser vistos. No es fácil formarse idea exacta de aquellos amplísimos salones, rica y elegantemente decorados. Fiestas de Carnaval de Mérida. Aquí la luz de las lámparas de cristal se refleja y multiplica en venecianas lunas, donde alternan flores y gasas en brillante explosión de colores y de aromas.
En los que bulle una multitud encantadora de mujeres bellísimas que como parvada de pájaros y mariposas vienen y van de un extremo al otro de los salones y de las galerías. Atravesaban patios y jardines del brazo de sus caballeros, al armonioso compás de una orquesta cuyas notas parecen cantos de primavera, de la primavera de los trópicos.
Cuatrocientas o quinientas parejas de baile son para esos salones concurrencia ordinaria en tales fiestas.



Orden y respeto durante las fiestas
También llamaba poderosamente la atención del viajero que a Yucatán llega por primera vez. Más si le toca en suerte estar en días de Carnaval, la extremada corrección de la clase obrera, del pueblo, en sus diversiones de Carnaval, en sus bailes más particularmente.
Fiestas de Carnaval de Mérida. A la alegría franca unen los mestizos (así se llaman ellos mismos) atenta cortesía, correctas maneras y un orden severísimo que se conserva hasta el fin sin que ninguna nota discordante venga a perturbarlo.
Tan rigurosa conducta observan en sus bailes, y respetan tanto a las mujeres de su sociedad, que no se permite a ningún bailador tomar licores mientras tenga que entrar a los salones.
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Pero es este un justo motivo de orgullo para los yucatecos, pues no es común ni mucho menos encontrar en notas partes un comportamiento tan ejemplar como digno de elogio. Esa corrección, la blancura espléndida del traje tanto del hombre como de la mujer y lo original y simpático de esos mismos trajes, son notas características, típicas que impresionan agradablemente.
De: Album Yucateco 1901