Alonso Garibaldi Baqueiro

Alonso Garibaldi Baqueiro, nació en Mérida, Yucatán el 22 de abril de 1905. Sus padres fueron Don Pedro Garibaldi y Doña Matilde Baqueiro. Alonso Garibaldi Baqueiro – Loco del Aire. Su niñez la vivió en un predio ubicado en la calle 60, frente a lo que fue el «Diario del Sureste». Desde esa época ya era un niño muy travieso e intrépido.

Alonso Garibaldi Baqueiro - Loco del Aire
Alonso Garibaldi Baqueiro

Ya siendo joven, constantemente era protagonista de sorprendentes hazañas, que eran comentadas por la gente. Era muy ágil, atlético. Fue conocido como «El Loco del Aire«.

Amante de la velocidad y del peligro. Utilizaba una motocicleta «Indian» para hacer rápidos recorridos por la ciudad y la carretera hasta el puerto de Progreso.

A la edad de 20 años, viajó a Los Ángeles, California. Ahí, en una feria, se sintió atraído por ciertos actos acróbatas. Fue bailarín, lo que lo llevó a hacer giras de trabajo fuera de Mérida.

Hombre Mosca

En una de esas giras, descubre un personaje denominado «Hombre Mosca», que era un acróbata norteamericano que se dedicaba a dar espectáculo, escalando edificios. Decidió seguir sus pasos, ganándose unos pesos extra.

En 1926, en Mérida, durante los festejos de aniversario del «Club Yucatán» presenta con éxito su acto de escalar edificios, no sin antes de dar varios sustos a los asistentes, quienes al final le aplaudieron y felicitaron.

Posteriormente, tuvo oportunidad de viajar a La Habana, Cuba. Ahí también dio un espectáculo de hombre mosca, motociclismo y aviación.

Regresó a Mérida, y le platicó sus hazañas a sus amigos en una reunón de café en «El Gran Hotel«. No desaprovechó la oportunidad para dar una demostración, y escaló el edificio ante propios y extraños que ya se habían congregado en el lugar. Al no contar con los permisos necesarios, fue detenido y amonestado por la policía.

El 26 de diciembre de 1926 efectuó otro de sus actos de hombre mosca, donde escaló el Ateneo Peninsular, en su costado norte, junto a la entrada al Pasaje Revolución. Fue un evento patrocinado por la Droguería y Farmacia Principal, del Ing. Alberto Montes Molina.

A principios de 1929 ingresa a la Sociedad Aeronáutica de Yucatán, e inmediatamente después viaja a los Estados Unidos para estudiar aviación.

Accidentes con suerte

Durante varios de sus actos acrobáticos con aviones, sufrió accidentes con suerte, con los que terminada siempre con golpes y heridas leves.

Uno de ellos fue el 30 de junio de 1929, en un acto acrobático abordo del avión «Carta Clara«, desde el cual se lanzó con un paracaídas. Dicho paracaídas se abrió tarde, lo que le ocasionó algunas lesiones.

Anuncio de la prensa publicado el 29 de junio de 1929

En 1930, ya con licencia de piloto aviador emitida en los Estados Unidos, hace un vuelo con el avión «Avro Avián» de la Sociedad Aeronáutica de Yucatán, pero el motor se detiene a la mitad, logrando aterrizar sin problemas.

Vea también: ALONSO GARIBALDI, EMPRESARIO AÉREO, UN SUEÑO

Don Olegario Montes Molina, pionero e impulsor de la aviación en Yucatán, decide comprar un avión nuevo con capacidad para 4 pasajeros. Se trataba del «New Standard». Fue Garibaldi el encargado de traerlo desde la fábrica en New Jersey, E.E.U.U. a Mérida.

El 9 de marzo de 1930, fue inaugurado oficialmente el Campo Aéreo Municipal del «Fénix», y se rebautizó el avión «New Standard» como «Nachi-Cocom«

Inauguración Aeródromo El Fénix, Mérida, Yucatán
El Gobernador Bartolomé García Correa

Poco tiempo después, Don Olegario Montes, Alonso Garibaldi y Efraín Trava inician los trámites para la creación de una empresa aérea yucateca.

Alonso Garibaldi Baqueiro
Alonso Garibaldi Baqueiro en 1930

Avión del Gobierno de Yucatán

En abril de 1930, Garibaldi como copiloto, trae de los Estados Unidos, el avión recién adquirido por el Gobierno de Yucatán encabezado por el Sr. Bartolomé García Correa. Era el «Mayab«, un hidroavión marca Sikorski, modelo S-42.

Un hidroavión marca Sikorski S-42 similar a el «Mayab»

Semanas después, empieza a operar la empresa de transporte aéreo.

A finales de mayo, durante el primer vuelo como línea aérea, Mérida – Payo Obispo, piloteado por Garibaldi y Trava, junto con sus pasajeros Pedro Silveira, Manuel Junco y Alberto Leal, no llegan a su destino como estaba programado.

Pasaron 2 días de incertidumbre, hasta que Garibaldi, mediante un telegrama emitido en Tzucacab, del 2 de junio de 1930 y que es recibido en el «Diario de Yucatán«, da noticias de él y los demás pasajeros estaban bien, y que el avión había quedado destruido.

Garibaldi fue jefe de operaciones de la Compañía de Transportes México-Cuba. En enero de 1931 en la inauguración de los vuelos La Habana – Progreso, amariza en la ciénega el hidroavión de marca «Savoia Marchetti«

Alonso Garibaldi Baqueiro - Loco del Aire
Un avión Savoia Marchetti, similar al piloteado por Garibaldi

En junio de ese año, a bordo del avión «Carta Clara» y patrocinado por la Cervecería Yucateca, participó en Tampico en un espectáculo aéreo. Pero fue una racha de viento fuerte, el que hizo que el avión cayera al suelo, destrozándose. Por suerte, salió caminado de él con apenas contusiones. El avión fue llevado a los Estados Unidos donde fue reparado.

En septiembre nombrado como Gerente local en la «Compañía Transportes Aéreos de la Península«. En noviembre de 1932 la compañía adquiere el avión llamado «Ancla de Oro», un avión con mayor capacidad para efectuar servicios de taxi aéreo.

Familia

A la edad de 28 años, se casó con la que era su novia: María García. Tuvo una hija, de nombre Maricarmen Garibaldi García que se graduó de piloto aviador varios años despúes.

En 1933 surge el proyecto de un vuelo entre México y España. Garibaldi en compañía de Francisco Sarabia, es comisionado para localizar un campo aéreo. A principios de 1934, ubican un terreno en la costa entre Uaymitún y Chicxulub. Alonso Garibaldi Baqueiro – Loco del Aire. Desmontaron lo que terminó siendo una pista de 360 metros de largo por 60 metros de ancho, desde donde despegaría el avión «Barberán y Collar» rumbo a Sevilla, España. La pista sí se construyó, pero dicho avión nunca voló ni mucho menos despegó de ahí. El proyecto fue cancelado sin saberse oficialmente las causas.

   

En 1934, sin trabajo, a Garibaldi se le ocurre intentar un nuevo modo de ganarse la vida: repartir periódicos por avión. Esa idea se la presentó a los directivos del «Diario del Sureste». La idea era sobrevolar lugares aislados de la Península y dejar caer los bultos con los diarios en la plaza principal de los poblados. Ahí los recibirían y distribuirían entre los habitantes. Logró convencer a los directivos, quienes adquirieron un pequeño avión, al cual bautizaron también como «Diario del Sureste».

Hicieron vuelos de prueba, pero nunca se concretó el servicio de reparto aéreo de periódicos del Diario del Sureste.

Hubo una presentación de Garibaldi, donde escaló la Catedral de Mérida, donde llegó hasta la cruz, en la parte superior de la torre sur.

La fatídica presentación

Contantemente era contratado para hacer exhibiciones y con ello, publicidad para muchas empresas.

En septiembre de 1935, convino con la Lotería del Estado, una presentación para el día 8 de septiembre, donde se promocionaría la modalidad «Gallo Tapado», donde el comprador de lotería no sabía que número estaba jugando.

Invitó a volar a los mecánicos José Núñez López y Tomás Rosas, así como al estudiante Lorenzo Núñez Groenthal. Los cuatro se subieron al Mooney Buble, un pequeño aeroplano, para una prueba.

Ya en el aire, Garibaldi decidió asustar a quienes jugaban pelota en el Cuartel de Dragones. Bajaron tanto, contó luego Núñez, que salió despavorido el pitcher. Recibieron un susto, al pasar muy cerca de la chimenea de la Planta Eléctrica, en la cual estuvieron a punto de estrellarse.

Una de las «suertes» que hizo esa tarde, fue pasar entre las torres de la Catedral, rozando los laureles de la Plaza Grande, volviendo a tomar altura justo sobre la Casa de Montejo.

Dieron vueltas por el sur de la ciudad, el ruido el motor del Mooney hacía salir a la gente a las calles. Se dice que una joven muchacha, desde una veleta, con un pañuelo le hacía señas al piloto. Alonso Garibaldi Baqueiro – Loco del Aire. Garibaldi se distrajo unos segundos, y cuando se dio cuenta, tenía enfrente una palmera de cocos. No tuvo oportunidad de esquivarla. Se estrelló en un predio de la calle 62 con 89-A. El avión quedó destrozado, incrustado en un tinglado de láminas. Los cuatro resultaron heridos. Los pasajeros fueron llevados en un automóvil al Hospital O’Horán.

Garibaldi, con las piernas fracturadas e inconsciente por un golpe en la región frontal, fue llevado al mismo hospital, pero abordo de un camión de material para construcción. Falleció desangrado, esa tarde del 7 de septiembre de 1935, mientras era trasladado al Hospital O’Horán.

Gral. Rafaél Cházaro Pérez

Estuvo presente en el lugar del accidente, el General Rafaél Cházaro Pérez, quien fallecería cuatro meses después, en enero de 1936, también en un accidente aéreo, en el Campo Civil de Aviación del Aeródromo Balbuena en Ciudad de México.

Vea también: ¿QUIÉN FUE EL GENERAL RAFAEL CHÁZARO PÉREZ? BIOGRAFÍA

De: Esta semblanza fue elaborada con datos extraídos del libro «Alonso Garibaldi Baqueiro, El Loco del Aire» (1985) de Don Raúl Rosado Espinosa.

Mérida Yucatán recuerdos

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