Paseo de Montejo 1917

A continuación transcribo íntegramente una nota publicada en el boletín # 37 «Municipio Libre», del Ayuntamiento de Mérida, fechado el 15 de noviembre de 1917. Se trata de un interesante texto que describe las obras próximas a efectuarse en el Paseo de Montejo de entonces, hace ya 108 años. La próxima instalación de estatuas, monumentos y bustos diversos, así como un arco triunfal. Igualmente la primera prolongación del Paseo y la creación de un bosque tipo «Parque del Centenario«. Paseo de Montejo 1917. Mucho de lo que aquí se describe, en la actualidad es inexistente, ya sea porque no se construyó o porque fue sustituido posteriormente.

El Paseo de Montejo

En todas las ciudades modernas de nuevos mundos, los gobiernos municipales ponen el mayor empeño en la higiene, ornamentación y embellecimiento de diferentes secciones de las mismas, y muy especialmente de los prados o paseos y jardines públicos.

   

Estos respiraderos naturales de las poblaciones. Estos lugares de tránsito, recreo y expansión de sus habitantes, merecen los asiduos cuidados de las autoridades y el asentimiento y aplauso de los pueblos.

Una urbe sin arboledas, sin paseos, sin jardines o parques, sin amplias vías y bosques artificiales para uso constante de la muchedumbre, no se comprendería en nuestra época de higienización, progreso y cultura y de continuo y copioso tráfico popular. Anchas vías de comunicación se abren por todas partes porque «el mundo marcha» y el movimiento es la vida de los ciudadanos y de las sociedades.

Ateneo Peninsular inauguración
Paseo de Montejo 1917

Puede enorgullecerse ciertamente la populosa capital de Yucatán de tener un Paseo tan bien situado, tan extenso y panorámico como el que lleva el nombre de «Paseo Montejo, en memoria del adelantado y conquistador de Yucatán.

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Desde su establecimiento hasta nuestros días, el Concejo meridano, que siempre se ha distinguido por su noble afán de realizar el mayor número de mejoras materiales, no ha cesado de prestarle su apoyo y sus atenciones.

Chalets, villas y palacetes

Constituye el Paseo de que tratamos una de las vías o avenidas públicas más dignas de ser visitadas en nuestra culta ciudad de Mérida. A su izquierda y derecha, en mucha parte de su extensión, se levantan modernos «chalets» o «villas’ y palacetes de elegante construcción. Paseo de Montejo 1917. Se halla bordeado de árboles a uno y otro lado, con espacio suficiente para vehículos, caballerías y gente de a pie. Tiene bancas de concreto en todo su trayecto para descanso a distracción de los concurrentes. Es sin duda, el Paseo favorito de los meridanos.

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En la extremidad norte del mismo, se provecta la estatua del eminente yucateco Doctor don Justo Sierra y O’Reilly, glorioso patriarca de las letras peninsulares.

   

El «Paseo Montejo» mide unos mil trescientos metros de longitud por treinta de latitud. En su parte media, se abre una espaciosa glorieta. En ella desembocan no pocas calles de las que atraviesan la ciudad de oriente a poniente, pues el paseo se extiende de norte a sur.

Ayuntamiento de 1917

No obstante las dimensiones mencionadas y las buenas condiciones de distinto género que concurren en el «Paseo Montejo«, el H. Ayuntamiento de 1917, deseoso de mejorarlo en lo posible, concibió la idea de prolongarlo en su término septentrional, adquiriendo, al efecto, por compras y expropiaciones, el terreno necesario para llevar a cabo la ampliación longitudinal que tanto ha de favorecerlo.

Pavimentación con el sistema Mac-Adam

Más tarde (19 de septiembre) se acordó hacer varias reparaciones que son necesarias en el «Paseo Montejo«. Las expresadas reparaciones, por lo pronto habrían de limitarse a componer quinientos cincuenta metros cuadrados de pavimento, sistema Mac-Adam (Nota Yucatán Ancestral: macadán o macadam, proceso para hacer carreteras inventado por John Loudon Mc-Adam) y a limpiar veinte zanjas de desagüe. Con tal propósito, se formó un presupuesto que alcanzó a la suma de $3,806.00 (Reservábanse para mejor ocasión otras mejoras o reformas).

   

La H. Cámara Municipal, enterada del dictamen de su Comisionado de Hacienda C. Alfredo H. Gamboa, dictamen en que se proponía que el trabajo no se hiciese por «administración» sino por contrato celebrado con persona a quien pudiera exigirse la responsabilidad consiguiente, de no quedar las reparaciones a satisfacción del Ingeniero Municipal C. Alfredo G. Cantón, aprobó en todas sus partes la idea del Comisionado.

Convocatoria a contratistas

En tal virtud, se expidió una convocatoria, dirigida a los contratistas que quieran encargarse de las obras de referencia, para escoger de entre ellos que más beneficio ofrezca a los intereses del Municipio. Paseo de Montejo 1917. En la convocatoria se indica a la vez la conveniencia de que contratistas interesados pasen a la Oficina del C. Ingeniero Municipal a tomar datos relativos a la mejor manera de trabajar el Mac-Adam, antes de presentar sus proposiciones. En las reparaciones habrá de emplearse material de primera calidad.

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Estas y otras mejoras de urgente conveniencia o necesidad en nuestro «único» verdadero Paseo, al que cotidianamente, y en especial los domingos y días festivos, concurre la sociedad meridana a solazarse y a respirar aire puro y fresco, no se oponen a otros mejoramientos que están en cartera, y que podrá llevar al terreno de los hechos el próximo Ayuntamiento de 1918, porque en materia de progresos materiales y de embellecimiento de nuestra opulenta metrópoli yucateca, no hay, como se sabe, diferencias de opiniones por parte de nuestro compatriotas.

   

Arco triunfal a la entrada al Paseo

Procuremos sintetizar, aprovechando indicaciones del Ingeniero señor Cantón, cuáles son los mejoramientos pueden y deben hacerse en el «Paseo» Montejo» y las mismas que se reservan acaso a un no lejano porvenir.

A la entrada del Paseo (Nota Yucatán Ancestral: Paseo de Montejo con 47, hoy mal llamado «remate»), se levantará un ARCO DE TRIUNFO de construcción maya, exponente de la cultura arquitectónica de los antiguos habitantes de nuestra histórica Península y del gusto y amor a las bellas artes de la época presente.

   

En la parte media del Paseo, en el centro de la glorieta, se erguirá la estatua del Adelantado don Francisco de Montejo, cuyo nombre se ha dado, en justicia, al primero de los sitos públicos de Mérida destinado al ejercicio y recreo de sus habitantes.

Primera prolongación del Paseo de Montejo y un bosque

El Paseo se prolongará unos dos kilómetros hacia el norte de Itzimná. Para ello será necesario ocupar algún terreno que se adquirirá con arreglo a las leyes de la República, o por el medio que se estime más propio y conducente al objeto deseado. Paseo de Montejo 1917. Al final de la prolongación de los dos kilómetros de que hablamos, se formará un bosque semejante al Parque del Centenario, como de 100 acres de superficie, y allí se bifurcará el Paseo. Una de sus ramas seguirá hacia el camino de Progreso, y la otra, torcerá al oeste, con el propósito de formar un circuito completo.

Monumentos y bustos

En el punto de bifurcación, se construirá un bello monumento al grande e ilustre padre de la Patria don MIGUEL HIDALGO Y COSTILLA.

   

Por fin, a uno y otro lado de la vasta arteria meridana, a imitación de lo que se ha hecho en el «Paseo de la Reforma» de la capital de la República, sobre pilastras o pedestales se colocarán los bustos de los YUCATECOS ILUSTRES que han dado páginas de luz, de heroísmo y de inextinguible grandeza al Estado, sin omitir, por supuesto, los bustos de prohombres, de héroes y mártires de las demás Entidades federativas. Así formaremos el PANTEON DE NUESTROS GRANDES YUCATECOS, a la vez que honraremos la memoria de los «inmortales» de nuestra amada Nación Mexicana.

FILODEMO (Firma del autor de la nota)

Compilación de filmes antiguos del Paseo de Montejo:

Recorrido por el interior del Parque Zoológico del Centenario: