A continuación encontrará la transcripción del Documento #7 contenido en el Informe Oficial del Sr. D. José Dolores Espinosa, agrimensor, sobre el punto denominado «El Progreso«, sitio donde se pretendía fundar la actual ciudad y puerto de Progreso. Informe oficial sobre El Progreso 1855.
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Lo interesante de esto es la descripción del lugar. Las medidas obtenidas por D. José Dolores Espinosa, así como las conclusiones favorables al proyecto para la fundación de lo que actualmente es Progreso, Yucatán.
A continuación la transcripción.
INFORME OFICIAL DEL SR. D. JOSE DOLORES ESPINOSA SOBRE EL PUNTO DENOMINADO «EL PROGRESO«.
Agencia del Ministerio de Fomento en Mérida.
Debiendo practicarse, según se me ha prevenido de suprema orden, un reconocimiento facultativo del terreno el que se intenta fundar una población marítima a ocho y media leguas de esta ciudad, en la playa actualmente conocida con el nombre de «El Progreso«.
Teniendo en V. entera confianza por sus conocimientos teóricos y prácticos como agrimensor, desde luego confió a V. la comisión de pasar a aquel lugar y proceder al insinuado reconocimiento que ha de contraerse a examinar la solidez del terreno, su elevación sobre las aguas del mar, su extensión, las desigualdades o accidentes de su superficie, la configuración de las orillas del mar y todo lo demás que V. juzgue del caso para el objeto insinuado de formar allí una población.
Solicitud de un informe
Al darme V. cuenta con el resultado de sus trabajos, espero se sirva acompañar a su informe el plano respectivo, y otro también arreglado a escala en que manifieste cual es en concepto de V. el trazo que deba darse a la futura población, el espacio que deba asignarse a las manzanas, la amplitud de las calles, dirección de ellas, ubicación de las plazas, mercados y edificios públicos, así como la de las fortificaciones que pueden convenir para la protección del pueblo, con todo lo demás que crea conveniente para el objeto indicado. Informe oficial sobre El Progreso 1855.
Con un día de anticipación a su salida, se servirá V. dar aviso de ella al Sr. D. Antonio G. Rejón, que se ha brindado a acompañar a V por aquellos lugares y que está encargado por esta Agencia de proporcionar a V. todo lo necesario y darle todas las facilidades indispensables para el mejor desempeño de esta comisión.
Dios y libertad. Mérida 18 de Julio de 1855.
José María Peón — Sr. agrimensor D. José D. Espinosa.
Informe de D. José Dolores Espinosa
Con el deseo de corresponder a la confianza que esa Agencia me dispensa en su oficio de 18 de Julio (de 1855) próximo pasado, en unión del Sr. D. Antonio G. Rejón me dirigí al punto de la costa conocido con el nombre de «Progreso«, distante en línea recta desde la esquina de la Catedral 42,460 varas hasta la orilla de la mar.
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No hay duda que es el camino mas cerca de esta ciudad a la mar y que termina entre las vigías de Chicxulub y Chuburná, como a unas diez leguas a barlovento del puerto de Sisal. El camino, con diez varas de ancho, se halla carretero en muy buen estado, como de nueva construcción hasta las siete leguas un mil novecientas diez varas, con catorce poblaciones entre haciendas de cría de ganado vacuno, ranchos y sitios de labradores en todo el tránsito, tan inmediatas unas de otras que la mayor distancia entre ellas es la de tres mil varas.
Camino carretero
Falta para terminar el camino carretero una legua cuatrocientas cincuenta varas, y de éstas se hallan construidas con pura piedra, por ser el terreno fangoso, un mil setecientas varas en el mismo camino con cien varas de ancho y reunido el material necesario para llegar al total de cuatro mil doce varas, en donde formando antes un puente de diez varas de ancho para el curso de las aguas que se dirigen al río Fraga, que es mas bien un lago ó estero que corre casi paralelo con la orilla del mar, quedando entre ésta y aquel un arenal de piso firme con un mil quinientas treinta y nueve varas.
El referido lago, que impropiamente se llama río Fraga, es atravesado no lejos de su extremidad oriental en una garganta angosta que conserva aguas vivas así en la lluvia como en la seca. Informe oficial sobre El Progreso 1855. Es sabido que casi toda la costa de Yucatán, a unas mil varas al interior poco mas o menos, está ceñida por una ciénaga corrida y casi paralela a la ribera marítima, y cuyo piso, falso siempre y fangoso en ciertas épocas del año, es mal sano por la fetidez que arroja y sus emanaciones deletéreas.
El río Fraga
Pero el punto designado para el establecimiento de la población parece felizmente exento de este grave inconveniente de la insalubridad pues que teniendo el mar á su frente, a sus espaldas en vez de la pestilente y ancha ciénaga, el estero citado llamado río de Fraga, que como va dicho es de aguas saladas vivas, perennes y de una extensión de cinco leguas y cuya anchura varía desde cincuenta hasta cuatro mil varas, siendo su profundidad en lo general de tres palmos y llegando hasta nueve en algunos lugares.
El camino atraviesa el estero cerca de su extremidad oriental, y en aquellas aguas hay variedad de peces en todas las estaciones del año, que proporcionan el alimento á multitud de los indígenas que viven en las cercanías; y cuando la pesca es escasa en la mar por los malos tiempos, se provee al consumo de esta capital, aunque en cantidades pequeñas por no haber pescas formales.
Numerosos ojos de agua potable
En el invierno es extraordinaria la abundancia de patos para la caza. A orillas del rio, poco exploradas aun, se encuentran muchos ojos de agua potable, y con esperanzas de grandez beneficios se ha encontrado por ahora á orillas del camino y a cinco mil cuatrocientas cincuenta varas del mar, un ojo brotante con mas de seis pulgadas de diámetro de agua dulce, superior e igual a la de los mejores pozos de esta ciudad.
Finalmente, uniéndose en las lluvias el rio con la ciénaga, lo comunica con la mar por la boca de las salinas de Celestún, diez leguas á sotavento de Sisal, lo que le proporciona abundante entrada del pez de la mar. así como en el rigor de la seca, reduciéndose á su lecho natural, observe las aguas de la ciénaga inmediata, evitando lo insalubre y malsano, como lo es el resto de la que ciñe la costa del Estado.
Vigías vecinas
Sin hacer mérito de la buena pastura que hay entre esta capital y el Progreso, desde las siete leguas dos mil diez varas hasta la orilla del arenal se encuentra la mejor que se conoce en el país para la cría de toda clase de ganado. Este gran recurso para las poblaciones, mucho mas para las nacientes es de los mas privilegiados que pueden hallarse, porque su existencia es permanente todo el año.
Su reproducción de una brevedad extraordinaria aun acabada de devorar por el fuego: la extensión que ocupa comienzan en las inmediaciones del camino de la vigía de Chuburná, y su término se pierde sobre las vigías de Telchac y Santa Clara, á unas veinte ó veinticinco le-guas de largo, con la singularidad de servir esta pastura, llamada koxolak, que es un zacate largo y fuerte, para cobijar ó cubrir las casas de los pobres, de tanta o mas duración que las de palma de guano.
El punto exacto
Réstame tratar del punto en que debe situarse la población. De la orilla del rio, en que ya comienza á encontrarse piedra, empieza el arenal hasta la extensión de un mil quinientas treinta y nueve varas hacia el Norte. Su extensión a uno u otro lado puede estimarse en la que se quiera, y aun para prolongar su ancho se puede conseguir con facilidad por terraplenes.
El terreno es plano y se eleva de dos a tres varas sobre el nivel del mar: está cubierto de uveros silvestres do fruto agradable, palmitos llamados chit, que sirven para cubrir casas y otros usos y aun para pasto de los animales, no faltando para esto último zacate de buena calidad. El plano adjunto demuestra que el camino parte al N. 16° O. aparente, que dirige de ésta al «Progreso,» termina con el de N. 14º O atravesando la población por una calle de veintidós varas catorce pulgadas de ancho, dándole diez y seis a las del mar.
El trazo de las demás calles es enfilando todas a la marina, corriendo unas de NE. á SO. y otras de NO. á SE. aproximadamente. Este trazo hace que la calle principal divida en dos triángulos varias manzanas, y así los claros que éstas dejan se destinan para plaza principal, mercados y peseos. Las demás manzanas no sufren desmembración de ninguna clase, porque empiezan en la orilla de la calle principal. A cada manzana se le dan ciento treinta y seis varas por cada lado, dividiendo cada una en cuatro partes iguales para su enajenación.
La iglesia, el Ayuntamiento, la cárcel, la aduana y más
El examen del plano y la explicación que en él se hace, pondrá en conocimiento de los puntos señalados para Iglesia, casa municipal, cárcel, cuartel, Aduana y hospital, sin dejar de tomar en consideración el suficiente para los trabajos de la marina y obras de fortificación, que si son necesarias se deberán poner en los claros que se dejan en los extremos de la población. Informe oficial sobre El Progreso 1855. La orilla del mar, sin formar ensenada, corre de N. 76° E. a S. 76ª O., aparente de la aguja, que tiene 8° NE. de variación, y esta regularidad en un terreno sólido dará una vista de bello efecto á la población.
La adopción del trazo que he dado a las calles, se funda en la manifiesta ventaja de presentar una población menos castigada del sol, y que los vientos reinantes las crucen con entera libertad, lo cual la hará mas ventilada y por consiguiente mas saludable, evitando á la vez la formación de médanos de arena en ellas, como sucede cuando corren de N. á S. y de E. á O. Informe oficial sobre El Progreso 1855. Además, presenta una vista muy agradable, porque en cualquier punto de ella se descubre el mal en un extremo y en el opuesto el campo.
El muelle
Para la construcción de un muelle no se presenta inconveniente alguno en el punto, según tuve la oportunidad de saber en el mismo lugar del capitán de la marina real española, D. Gerardo Tizón. No creo que sea difícil canalizar de mil a mil quinientas varas que habrá del mar al estero, y asegurar y dar abrigo en él a embarcaciones de poco porte, proyecto que cuenta con muchos partidarios, estimándose si no de menos, de igual valor que la construcción de un muelle.
Debo concluir este informe manifestando: que no encuentro una sola razón que no venga en apoyo del benéfico proyecto de formar en el «Progreso» una población de un porvenir tan lisonjero para el Estado, y creo por eso que nuestro ilustrado Gobierno lo impulsará con todo su poder, abriendo esta nueva puerta al gran camino del mundo que es el mar.
Beneficios
Tantos elementos referidos como presenta el «Progreso,» agregados la mayor actividad que tomaría el comercio de esta capital, disminuyéndole los gastos de trasporte: el gran beneficio que recibirán así los consumidores como los que se ocupen de la pesca, proveyendo diariamente á esta capital de pescado fresco. Informe oficial sobre El Progreso 1855. Los intereses que creará la concurrencia de los habitantes de esta ciudad en su fácil visita á la mar y dotando á sus moradores con un nuevo paseo, como lo es sin duda el que proporciona el variadísimo panorama del río Fraga, fuera de la pesca, la caza de patos y otras aves, y la de venados y pavos del monte en sus inmediaciones, es de esperarse que en breve tiempo veamos realizadas las esperanzas concebidas de acuerdo con los progresos del siglo.
Ruego á U. se digne dispensar las faltas que note, aceptando mi particular aprecio y estimación.
Dios y libertad. Mérida 15 de Septiembre de 1855.
José D. Espinosa.
Sr. Agente del Ministerio de Fomento en Mérida.
De: «Triunfo de la verdad en favor de El Progreso«. Por: Juan Miguel Castro, 1870

Se acompaña a esta nota, un plano topográfico de los ejidos de la ciudad de Progreso, fechado en 1893 donde se observan los principales sitios, así como los límites de los terrenos y sus propietarios.
La ubicación de la iglesia de Progreso y fundo legal, el fundo legal de Chicxulub, el paraje Tzuculú, el Muelle Fiscal, el Cementerio, las Salinas de D. Andrés Rubio, el sitio de Xculucyá, entre otros.




