Una vez más, revisando la hemerografía antigua, encontré en el año de 1923, esto es, hace un siglo, unos interesantes anuncios. El Bálsamo del Doctor Castro 1923.
Estos anuncios uno gráfico y el otro de texto, que veremos a continuación.

En el primero menciona que ayudaba a aliviar: reumatismo, neuralgia, dolores producidos por la humedad y «corrientes de aire», dolores de espalda, cuello, oídos, de cabeza, etc. Estaba disponible en su depósito en la Farmacia y Droguería Principal, del Dr. Julio Laviada, ubicada en la calle 65 # 501 de Mérida.
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Bálsamo del Doctor Castro 1923
En el segundo, «En ningún hogar debe faltar El Bálsamo del Dr. Castro«. «Enemigo del dolor». De venta en todas las boticas, afirmaba.

Según datos encontrados en la prensa local más recientemente, se trata de una antigua medicina, usada para alivar el dolor entre otros males.
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Este producto fue patentado igualmente en 1923, pero desde el año de 1910 había recibido autorización de la H. Junta Superior de Sanidad para ser usado por el público en general. Bálsamo del Dr. José Castro.
Lo interesante es que, a pesar de haber pasado ya más de un siglo desde entonces, el producto sigue disponible en el mercado. Esto confirma su efectividad. Bálsamo del Doctor Castro 1923. Está disponible en Mérida en una conocida cadena de farmacias. Para el resto de México, está también disponible en una app de comercio electrónico.
Actualmente se comercializa en sus versiones «Bálsamo» y «Ungüento».
Mérida Yucatán a 24 de febrero de 2023
C.P. Humberto Sánchez Baquedano