La Alameda de Mérida

La ciudad de Mérida Yucatán careció de un paseo público hasta la Administración de Don Lucas de Gálvez, cuando se construyó la Alameda de Mérida.

Por: Don Rodolfo Menéndez
Semanario Ilustrado 1917
Primera parte

El progresista gobernante para conseguir una recreación honesta a los habitantes de la «muy noble y muy leal» ciudad de los Montejos, determinó, el año de 1792, crear una Alameda en «lugar prudentemente meditado».

Fomentaría el referido paseo, en concepto del fundador, «la civilidad» de las gentes y evitaría los graves males que trae consigo la ociosidad que se padece en los ratos intermedios de descanso, después de las ocupaciones de los respectivos ejercicios, ministerios y empleos.

Ver también: Nomenclaturas de la Ciudad de Mérida Yucatán

La Alameda de Mérida

No habiéndose jamás proporcionado a los vecinos de Mérida, las recreaciones que ofrece un paseo público, era llegado el momento de que disfrutasen de las expansiones y entretenimientos propios de la ciudad que había alcanzado un grado de progreso y civiles prendas.

Selección del lugar

Eligióse para establecer la Alameda el sitio abierto que había en la parte norte de la ciudadela de San Benito, extendido de oriente a poniente. Lugar el más cómodo y proporcionado, así por su inmediación al centro de la ciudad, como por recibir de lleno los vientos y ser muy frecuentado por toda clase de personas.

   

El pensamiento pareció, desde luego, magnífico; mas no había fondos para realizarlo. El señor Gálvez excitó a los vecinos para que contribuyesen a la realización de la obra, unos con dinero y otros con especies equivalentes, o como acomodase más a sus circunstancias.

(Nota: las fotografías que se muestran son muy posteriores a lo comentado en la nota. El Paseo de las Bonitas o la Calle Ancha del Bazar)

La Alameda de Mérida

La Real Audiencia de México cedió $2,000 de los fondos propios y arbitrios para continuar y concluir los trabajos.

La Alameda formaba tres calles delineadas por una y otra banda, con arboleda continuamente frondosa. La Alameda de Mérida. Dos de ellas destinadas al paseo de coches y calesas que podían dar la vuelta en círculo. La tercera, en el medio de las anteriores para la gente de a pie. Por cada línea, para cerrar y formar la calle del medio, colocáronse 35 canapés o escaños de cinco varas de longitud cada uno, de piedra labrada.

Continúa aquí: El costo de la Alameda

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