Supersticiones y Curanderos 1813

Continuamos en la segunda parte del informe informe «Los Indios de Yucatán» que el Cura de Yaxcabá ofreció en 1813 al Obispo de Yucatán, Illmo. Sr. Dr. D. Pedro Agustín Estévez y Ugarte. Supersticiones y Curanderos 1813.

VI. En la masa común de los indios hay muchas supersticiones. En los primeros quince años que obtuve este curato, me dieron bastante qué hacer. Pero después de los ejemplares castigos de azotes y penitencias que ejecuté en los delincuentes, con arreglo a los superiores mandatos, há como quince años que están en silencio y sólo de tarde en tarde suele haber algún indicio.

Supersticiones y Curanderos 1813

La adivinación más frecuente, es por medio de algún pedazo de cristal, que llaman zaztún, esto es, piedra clara y trasparente. Por él dicen que ven las cosas ocultas y origen de las enfermedades.

   

Lo que en esto he llegado a entender, es que habrá habido alguno que, con pacto del demonio haya adivinado por medio de dicho zaztún. Pero que lo más ordinario es, que los que de él usan, son unos embusteros impostores, que por este medio ganan crédito entre los suyos, y son consultados, y regalados para pasar una vida holgazana, y con sus artificios y mañas hacen creer a los simples e ignorantes que han adivinado lo que ocultamente han tratado.

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Las artes adivinatorias

Pongo este ejemplo, que es frecuente: hacen creer al enfermo, que por medio del zaztún han conocido que algún malévolo los ha hechizado, y que para descubrir el hechizo o maleficio, es necesario velar tres noches, para lo que hacen su prevención de aguardiente o pitarrilla, comistraje (Yucatán Ancestral 2023: RAE: Mezcla irregular y extravagante de alimentos.) y candelas encendidas.

   

En estas tres noches, se regalan y se embriagan a su satisfacción, entretanto los otros están descuidados o dormidos, entierran dentro de la misma casa, o en las cercanías de ella, una figurita de cera prieta, con un espino atravesado en la parte correspondiente a aquella de que más adolece el enfermo.

Supersticiones y Curanderos 1813
Antiguo cementerio anexo a la iglesia de Yaxcabá.

El zaztún

Últimamente, estando todos ya despiertos, comienzan a hacer sus aparatos con el zaztún, y van derechamente al lugar donde enterraron la figura, la sacan a vista de todos, y les hacen creer que aquel ha sido el hechizo. Luego tratan de la curación con las primeras yerbas que encuentran, y si alguna vez, por contingencia, sana el enfermo, ganan una gran opinión entre los ignorantes. Las Supersticiones y Curanderos 1813. Suele pasar más adelante su malicia, e informados secretamente de que el enfermo, antes de su enfermedad, tuvo algún disgusto con alguna persona, le hacen creer que por medio del zaztún han conocido que la tal persona fue autora del maleficio.

   

A este término llegó la malicia de un vago de quien me denunció una india muy temerosa a Dios, ahora tres o cuatro años, a quien, después de confesar su delito, se le aplicó el castigo correspondiente, y no he sabido que haya vuelto a pisar este pueblo.

Ensalmo, kex y sacá

Las vanas observancias más frecuentes, son las siguientes: La primera es el ensalmo (RAE 2023: Modo supersticioso de curar con oraciones y aplicación empírica de varias medicinas.), con ciertas depreciaciones que no he conseguido me descubran. Pero he tenido algunos indicios de que en ellos van haciendo mención de las enfermedades, y de los vientos a quienes les atribuyen: lo único que ellos me han declarado es, que rezan sobre el enfermo el Padre Nuestro, Ave María y Credo, y alguno de ellos la creación de San Antonio, que trae el Manual Mexicano.

La segunda es la que llaman kex, que quiere decir cambio, y se reduce a colgar ciertas comidas y bebidas alrededor de la casa de algún enfermo, para el yuncimil, que quiere decir, para la muerte, o señor de la muerte, con lo que piensan rescatar la vida del enfermo.

   

La tercera es colgar ciertas jícaras de bebidas, que llaman sacá, bajo las casas de colmenas para que no desamparen los corchos, o para que traigas mucha miel, o porque no enfermen sus dueños.

Magos y brujos

De magos o brujos nada he sabido. Solamente en un pueblo en donde administré más ha de cuarenta años, un viejo en artículo de muerte ( Yucatán Ancestral 2023: de accesoalajusticia.org: «En artículo de muerte, en trance de muerte. Expresión utilizada para señalar que un acto se realizó en los últimos momentos de vida de una persona».), me declaró que por arte diabólica tenía sus transformaciones. Las Supersticiones y Curanderos 1813. Y que en aquella misma jurisdicción una muchacha, como de diez o doce años, me dijo que llevada por algunos brujos, la transformaban en pájaro y la llevaban a sus paseos nocturnos, y que una noche hizo asiento con ellos sobre el techo de la casa cural en donde yo vivía, que distaba dos leguas de su habitación.

Es verosímil que impresionada de los cuentos de brujos, que suele haber entre ellos, lo hubiese soñado con tal viveza, que le hubiese parecido realidad.

   

Lo cierto es que en la época presente (1813), es poco lo que se oye contar de brujos y son más los presuntos que los verdaderos.

Tampoco de maleficios o hechizos he hallado cosa de sustancia, y los que me han denunciado por tales, he hallado ser enfermedades naturales y a veces fingimientos, para calumniar a aquellos con quienes tienen enemistad. También me parece que algunos suelen falsamente acreditarse de tales para hacerse temibles entre los suyos.

De: Informe rendido en 1813 al Obispo Estévez y Ugarte por Bartolomé del Granado Baeza, Cura de Yaxcabá.
Edición Liliput 1937. Imp. Reforma 60 con 67. Editor: Ricardo Mimenza Castillo.

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