La Soterraña también fue promovida por particulares. En la ciudad de Morelia existe hasta hoy un parque que lleva el nombre de «Jardín de la Soterraña«. La Soterraña en Michoacán. Cerca del mismo existe la capilla de Cristo Rey, que en su momento estuvo en manos de una familia moreliana y estaba dedicada a la devoción que nos ocupa. Cuando menos hasta 1883 la capilla se conocía con el nombre de nuestra virgen (27), y no sabemos cuando cambió de nombre su devoción titular. Tampoco se conocen las condiciones de la imagen que ahí debió existir.
Existen también íconos de esta advocación, del siglo XVIII, en el territorio que ocupó el virreinato de Perú. Se tiene registro de óleos en el Museo Pedro Osma y en la Colección Poli, ambos de Lima (28). Por otra parte, en Córdoba, Argentina, existe una capilla en la catedral dedicada a esta virgen en donde se conserva una imagen tallada, hecha en Madrid. En la misma catedral se conservan cuatro grandes lienzos mandados a pintar por el obispo Ángel Mariano Moscoso y Pérez en 1794, mismos que muestran las escenas que rememoran las apariciones de la Soterraña al pastor Pedro de Buenaventura.
Como advocación dominica, en el convento de esa orden que se encuentra en Buenos Aires, existió un retablo dedicado a Nuestra Señora de Nieva que por ahora se encuentra en Santo Domingo de Santa Fe. Dicho retablo perdió el relieve de la aparición de la virgen al pastor que estaba allí tallado en la parte superior, y hasta hoy se desconoce su paradero (29).
En Yucatán, presbítero Juan Manuel Rosado
Ichmul, Sabán y Chikindzonot son hoy tres pequeños pueblos de Yucatán que durante la Colonia y antes de la Guerra de Castas (1847) se encontraban prósperos y las rentas que obtenían sus curas eran altas en el caso de Ichmul, y medianas en el de Chikindzonot (30).
En ambos se trataba de cabeceras de curato, mientras que Sabán era una visita o pueblo auxiliar de Ichmul. A pesar de estos ingresos relativamente altos, y de ser Ichmul la sede del milagro del Cristo de las Ampollas, los tres pueblos transitaron por casi toda la época colonial con una sencilla capilla de indios y una nave de materiales perecederos.
No hay que olvidar que las parroquias que aquí tratamos estuvieron en el siglo XVI y principios del XVII en manos de los franciscanos, por lo que la primera arquitectura eclesiástica de esos pueblos responde a las estrategias de la orden seráfica, esto es, la capilla abierta en un atrio, y un convento para la vivienda de los frailes. No fue sino hasta el último cuarto del siglo XVIII, y los templos de cal y canto que hoy se pueden ver. (Fotos 2, 3 y 4). La Soterraña en Michoacán.
Nacido en Valladolid, Yucatán
El autor de dichas fábricas fue el bachiller Juan Manuel Rosado, quien nació en 1741, en la villa de Valladolid, Yucatán. Su padre fue el teniente de capitán general D. Juan Rosado y Mayen, quien decía ser hidalgo.
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Su progenitor fue también regidor, depositario general, y alcalde ordinario de su villa. Su abuelo se llamó Joaquín Rosado Zapata, quien igual que sus descendientes fue teniente de capitán general, regidor perpetuo y alcalde ordinario de la misma población.
Por línea materna, su abuelo fue don Sebastián Mayer Tenorio, natural de los reinos de Castilla, y también ocupó cargos de teniente de capitán general y fue alcalde ordinario del mismo asentamiento de Valladolid. Estos datos nos permiten ubicar al padre Rosado en una de las principales familias vallisoletanas, vinculadas con la milicia y con la corporación del cabildo secular (31). La Soterraña en Michoacán.
En 1765, después de estudiar con los jesuitas del Colegio de San Pedro en Mérida, el padre Rosado se ordenó presbítero, y comenzó a ejercer su ministerio en el sagrario de la Catedral de Mérida como un cura interino. La buena relación que tuvo con el entonces obispo dominico fray Antonio Alcalde, le permitió mantenerse en el sagrario en esa catedral, con cargos de cura interno y desde luego de teniente; y al mismo tiempo respondía a otro tipo de puestos como el de promotor fiscal, defensor de obras pías, y el notario e intérprete de lengua maya en las vistas del obispo Alcalde a su jurisdicción (32), por lo que siempre estuvo cercano a las autoridades eclesiásticas del obispado.
Notas:
27.- Juan de la Torre, Bosquejo histórico y estadístico de la ciudad de Morelia, Capital del Estado de Michoacán, México. Imprenta Ignacio Cumplico, 1883, p. xxxiii.
28.- Schenone, Santa María… p.453.
29.- Idem.
30.- Ichmul llegó a contar con una renta anual de 6,000 pesos. Véase Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Yucatán (en adelante AHAY), Cédulas, vol. 9, s/e, s/f. Libro de fábrica de Ichmul, hecho por el interino don Juan Pablo Villajuana, 20 de septiembre de 1799.
31.- AHAY, Concurso a Curatos, caja 10, exp. 35. 1782. Concurso de oposición para el curato de Ichmul, por muerte del Br. Don Benito de Vera: Méritos del Br. Juan Manuel Rosado.
32.- idem.
Autor
Autor: Víctor Hugo Medina Suárez, Universidad Autónoma de Yucatán. Agradezco al Dr. Medina Suárez por haberme proporcionado el documento que a continuación se reproduce. Por lo tanto, YucatanAncestral.com cuenta con la autorización expresa del autor para la divulgación de este artículo, producto de sus investigaciones. La Virgen de la Soterraña en Yucatán. Un Circuito devocional eclesiástico. Este estudio fue originalmente publicado en el libro «Cultura y Arte de Gobernar en espacios y tiempos mexicanos» de El Colegio de Michoacán en el año 2015.
Continúa aquí: La virgen Soterraña de Chikindzonot