Presentaremos esta publicación y las siguientes, a mostrar el estatus que guardaban diferentes temas que en su tiempo eran importantes y que significaron parte del paso del Siglo XIX al Siglo XX en Yucatán. El primero de esta serie es el Asilo de Mendigos 1902, que aún no estaba integrada a la Casa de Beneficencia Brunet. De: Informe de gobierno del Gral. Francisco Cantón Rosado.
Presbítero D. José María Celarain
El Asilo de Mendigos instituido por la generosidad del Presbítero D. José María Celarain, pronto (1902) a ser inaugurado, cuenta con un edificio que costó $75,998.74 y un capital de $100,000.00. Aquel se construyó en Mayo de 1891 a Diciembre de 1901 con el producto del legado que se fincó con hipotecas de toda garantía.
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Ubicación
Se halla en la parte Norte de la ciudad rumbo sano, por donde va el nuevo Paseo de la Reforma y formando un cuadro perfectamente cerrado con muros de mampostería.
El edificio
Destinadas a los asilados cuenta con cuarenta y ocho piezas distribuidas en cuatro departamentos principales. Cada pieza tiene capacidad para tres personas, por manera que pueden alojarse muy cómodamente hasta ciento cuarenta y cuatro.
La habitación destinada al encargado del Asilo, es bastante amplia, pues consta de ocho piezas entre las que se cuenta el despacho y oficinas de su cargo.
El total de piezas en todo el edificio es de setenta y tres.
Hay lavaderos para doce personas que pueden simultáneamente ocuparlos.
Los corredores
En el interior del edificio tiene 4 filas de corredores que forman un claustro de 13 arcos en cada costado del Oriente y Poniente y de 11 en los costados de Sur y Norte. Esos corredores cierran un hermoso patio central en el que se han abierto dos algibes, cada uno de 11.75 metros de largo, 3.35 de ancho y 5.00 de profundidad. En el centro del patio hay también un excelente pozo.
Otro corredor ocupa el frente del edificio y consta de trece arcos con vista al Sur y dos laterales.
Al remate del edificio por la parte Poniente hay los otros departamentos necesarios.
En los patios se han sembrado árboles diversos, especialmente frutales que dan risueño aspecto a la casa que está ya pintada y provista de puertas y pavimentación de ladrillo.
Notas:
Primera
A propósito de estos capitales de beneficencia fincados con hipotecas para tener todas las seguridades debidas, sucede frecuentemente, lo mismo que con los de Instrucción Pública, que los censatarios por la abundancia de numerario y el desahogo en que se encuentran las propiedades rústicas y urbanas, oblan los capitales reconocidos, ingresándolos a las Tesorerías respectivas con perjuicio de las instituciones a que pertenecen, pues quedan improductivos por más o menos tiempo, fondos que necesitan rendir utilidades destinadas a la enseñanza y a la indigencia.
Para obviar esta dificultad se decretó la rebaja en el tipo de los réditos y se mejoraron las condiciones de préstamos en el sentido favorable a los censatarios.
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Segunda
Nuestros Institutos de beneficencia no ofrecerán grandes comodidades, pero sí se procura que todos ellos llenen su objeto, remediando sufrimientos y necesidades de las clases proletarias.
Es justo consignar que la iniciativa oficial ha sido secundada por las Juntas Directivas y por la particular ya en colectas como en gestiones de otra naturaleza, para allegar recursos que han favorecido bastante a los beneficiados con asilo o diversa protección en esas fundaciones.
Mira el siguiente filme de Mérida reeditado en COLOR de 1897:
