La Conquista y Colonización de Yucatán – Robert S. Chamberlain

La Conquista y Colonización de Yucatán – Robert S. Chamberlain

Fragmento del prólogo (1). – J. Ignacio Rubio Mañé

El Adelantado Montejo no estuvo en el descubrimiento de Yucatán, cuando Francisco Hernández de Córdova se acercó a la costa de la península maya, en Cabo Catoche, el 1° de marzo de 1517, y luego recorrió las costas septentrionales y occidentales de la que creyó isla de Yucatán. La Conquista y Colonización de Yucatán – Robert S. Chamberlain.

Descubrimiento y Conquista de Yucatán

Sí estuvo en la expedición que comandó Juan de Grijalva y descubrió la isla de Cozumel el 28 de abril de 1518 y también recorrió las costas que un año antes se habían descubierto. Avanzaron luego hasta tierra del Anáhuac y fue Montejo el primero de los capitanes españoles que tuvo contacto con los aztecas, recibiendo de ellos muchos obsequios, oro y joyas.

   

También estuvo con Hernán Cortés en su expedición y recorrieron las mismas costas de Yucatán, a fines de febrero y a principios de marzo de 1519. Compartió Montejo con Alonso de Ávila (o Dávila) un caballo alazán tostado, que según Bernal Díaz del Castillo «no fue bueno para cosa de guerra».

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Ya en San Juan de Ulúa, resolvió Cortés nombrar 2 procuradores que fueran a la Corte española a defender su causa, maltrecha por sus enemigos, principalmente por Diego Velázquez, el Gobernador de Cuba. Fueron designados para esa misión Alonso Hernández Portocarrero y Francisco de Montejo. Salieron de San Juan de Ulúa el 26 de julio de 1519.

   


Considera Chamberlain a Hernán Cortés como «uno de los más grandes conquistadores y administradores de las Indias españolas» y en cuanto a su empresa «una de las más brillantes y estupendas proezas que registra la historia».

Incorporación de Jerónimo de Aguilar a la expedición de Cortés

Mucho ha de haber oído Montejo cómo era Yucatán, desde que se incorporó en Cozumel Jerónimo de Aguilar a la expedición cortesiana. Refiere Bernal Díaz del Castillo cómo esa expedición se detuvo en las costas de Yucatán, las que miran al Caribe; que luego de la visita por esos litorales estuvo en Isla Mujeres y que desde ella vieron unas estancias: «acuérdome que decía el Aguilar que cerca de aquellas estancias estaba el pueblo donde era esclavo, y que allí vino cargado, que lo trujo su amo, e que cayó malo de traer la carga, e que también estaba no muy lejos el pueblo donde estaba Gonzalo Guerrero, e que todos tenían oro sino que era poco, y que si quería que lo guiara, e que fuesemos allá, y Cortés le dijo riendo que no venía él para tan pocas cosas…»


Ya sabía de los tesoros que había en el Anáhuac. Montejo estaba bien informado de esas riquezas de los aztecas. Sus experiencias en la expedición de Grijalva lo tendrías deslumbrado, porque él mismo recibió esos tesoros. Jerónimo de Aguilar no decía la verdad, o Bernal Díaz del Castillo no estaba en lo cierto: que todos los pueblos de la costa oriental de Yucatán tenían oro, aunque poco, como tampoco que Gonzalo Guerrero viviera «no muy lejos» de estas costas. Mucha es la distancia entre Chetumal y los litorales que podían distinguirse desde Isla Mujeres. Mas, es significativo que Hernán Cortés haya desdeñado a Yucatán como tierra pobre: «no venía él para tan pocas cosas».

   


Así analiza el doctor Chamberlain:

La Conquista de Yucatán fue un proceso largo y doloroso

«Es la conquista de Yucatán la menos comprendida posiblemente entre las grandes aventuras españolas en el Nuevo Mundo. No fue el proceso espectacular y rápido como lo fue en México y Perú: fue largo, doloroso e interrumpido. La historia de la conquista de Yucatán se formó con los relatos de muchas campañas en su período de veinte años (1527-1547); no fue una sola campaña contínua como las que derrumbaron los imperios aztecas y de los incas. Yucatán no era un emporio de riqueza, y aunque su pueblo maya era de gran cultura, no estaba en todo su apogeo cuando llegaron los españoles, como sí lo estaban los aztecas en México y los incas en el Perú, o como los chibchas en Colombia. Los mayas habían declinado mucho de la encumbrada cima de sus anteriores proezas.»

«Aunque Yucatán fue la primera tierra descubierta al oeste de Cuba en 1517, mucho se demoró el comienzo de su conquista, debido a los titánicos esfuerzos que tuvieron que desarrollar en México y en las regiones adyacentes que luego se convirtieron en la Nueva España original. Antes de que les interesara Yucatán a los españoles, sus impulsos los llevaron hacia el sur, a Guatemala, y aun a Honduras, y hacia el poniente, al Pacífico o al Mar del Sur. La conquista de Yucatán no se comenzó sino hasta 1527 y no se terminó sino a principios de 1547, cuando la última rebelión de los mayas fue aniquilada.»

   

La riqueza de Montejo

Tan eficaces fueron los servicios que Montejo cumplió a Cortés en la Corte, entre los años de 1520 y 1522, que a su retorno a la Nueva España le remuneró con mucho provecho, ortorgándole ricas encomiendas, entre ellas la de Atzcapotzalco, a pesar de no haberse visto en la toma de Tenochtitlán. Se hizo vecino de la capital de la Nueva España, construyendo una céntrica casa. Y otra vez Cortés le repite la comisión en la Corte y la sabe cumplir, entre los años de 1524 y 1525.


Dice Chamberlain:

«Montejo había acumulado en estos tiempos una considerable riqueza y se había granjeado en todas partes gran prestigio. Además de sus extensas propiedades en la Nueva España, tenía bienes en Salamanca de Castilla y su distrito.»

Continuará

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