Cómo hacer un nacimiento

A continuación le transcribo un artículo publicado en el Diario de Yucatán en diciembre de 1974, hace ya 51 años. Fue escrito por don Juan Francisco Peón Ancona, quien posteriormente fuera nombrado Cronista de la ciudad de Mérida en 1995. «Al rescate de nuestras tradiciones. Cómo hacer un nacimiento«.

Cómo hacer un nacimiento
El nacimiento más grande de Mérida: Asilo Brunet-Celarain

Al rescate de nuestras tradiciones. Cómo hacer un nacimiento

El Consejo «Francisco de Montejo» No. 2109 de los Caballeros de Colón ha reiniciado su hermosa promoción navideña emprendida en años anteriores, con gran aceptación general, y luego abandonada inexplicablemente por sus organizadores. Me refiero al concurso nacimientos, cuya convocatoria aparece en la edición del «Diario de Yucatán» correspondiente al domingo 8 de diciembre de 1974.

   

La tradición del nacimiento sigue constituyendo la mejor y más adecuada forma de conmemorar en los hogares cristianos el natalicio de Jesús, salvador del mundo. Por desgracia, esta vieja costumbre heredada de nuestros ancestros, se ve opacada en la actualidad por otras muchas procedentes de países sajones, ajenas a nuestra realidad.

Anuncio de diciembre de 1933 de la Dulcería y Sorbetería Colón, productos para Nochebuena y Año Nuevo 1934

Los pinos canadienses, muñecos de nieve y Santa Claus

Año con año hemos visto crecer el renglón económico familiar destinado a la compra de ornamentos decembrinos, entre los que nunca falta el pino natural venido de Canadá, engalanado de brillantes esferas incontables foquitos multicolores, a más de otros adornos, muñecos de nieve, chimeneas nórdicas de rojos ladrillos simulados, y «Santa Clauses» en trineos que parecen deslizarse al son tintineante de villancicos yanquis… «Jingle Bells«… Etc.

Cómo hacer un nacimiento

El tradicional nacimiento

En contraste, es frecuente observar raquíticos nacimientos que yacen en rincones secundarios de la casa, ya invadida en sus lugares preferentes por aquellos llamativos símbolos, no siempre provistos la sencillez que debe caracterizar a la Navidad.

   

Mas esto no debe interpretarse como un repudio a los motivos ornamentales extranjeros, todos muy bellos. Simplemente se trata de jerarquizar y devolver su importancia a algo que la tuvo en un pasado no muy lejano, cuando aún no recibíamos el impacto de una masiva propaganda mercantilista, que ha convertido la auténtica Navidad en carrera materialista.

Anuncio de La Literaria de diciembre de 1937

¿Cómo es un nacimiento?

Llámase nacimiento, en el lenguaje común de España países de su procedencia, conjunto de figurillas escultóricas que representan la escena de la natividad en el portal de Belén. Consta por lo general de la cuna o pesebre, con el Niño Dios entre las pajas, acompañado de su madre, la Virgen, y su padre, San José. Este conjunto o unidad mínima recibe el nombre de «misterio».

   

Frecuentemente incluye también a la mula y el buey, en actitud de calentar con su aliento al divino infante. Finalmente, suele completarse con un grupo más o menos numeroso de pastores de uno y otro sexo y diferentes edades, acompañados de sus rebaños de ovejas. Uno o más ángeles en vuelo, sostienen la ondulante cinta con su clásica leyenda: «Gloria in excelsis Deo«.

Anuncio de la panadería «El Degollado» iba a elaborar 10 mil barras de pan francés para la Nochebuena de 1933.

Los Reyes Magos

Todo el conjunto, distribuido en un escenario ideado por la fantasía popular, pretende representar no sólo la gruta portal, sino también la campiña de sus alrededores, ríos, montes y valles. El 6 de enero, día de la Epifanía, irrumpen los reyes de Oriente.

   

En Europa

Entonces, el nacimiento cobra nueva vida, y su población se ve aumentada con toda una pléyade de esclavos negros, camellos y elefantes. En otros lugares, a los nacimientos también se les conoce como «belenes» o «pesebres». Allá en Francia, reciben el nombre de «creches«, y en Italia, cuna del belenismo, el de «Presepis«.

Diciembre 1937, avisan de la llegada a Progreso de un cargamento por barco de la cerveza Noche Buena.

Algunos países se distinguen por la elaboración de imágenes para nacimientos. Son famosas las esculturas de madera talladas a mano por artesanos de la región alemana de la Selva Negra y El Tirol. Francia destaca por sus célebres «Santons«, ingenuas figurillas de manufactura popular, moldeadas en Provenza, representando tipos campesinos de la comarca.

España concentra mejor de su imaginería belenística en las áreas catalanas de Olot, que aún exportan al extranjero sus apreciadas estatuillas de «pasta barcelonesa» de fina manufactura.

   

Italia inunda desde hace algunos años los mercados mundiales con graciosas figuras de todos tamaños y diseños, al alcance de cualquier bolsillo.

En México y Yucatán

Nuestra patria tiene regiones de gran tradición alfarera, vgr. Tlaquepaque (Jalisco), cuyas populares figuras regionales son muy conocidas en todo el país.

Un producto que no podía faltar para las fiestas de fin de año, la Sidra El Gaitero, directamente de Villaviciosa, Asturias, España.

Yucatán también registra su propia industria alfarera, aunque las piezas de barro cocido procedentes del sur del Estado aún no alcanzan la depurada técnica lograda en zonas de Jalisco y Michoacán. A cambio de lo anterior, Mérida, la capital, guarda muy bellas y artísticas imágenes de Belén, de procedencia europea —unas antiguas y otras más recientes- en posesión de diversas familias.

Cómo hacer un nacimiento

Asociación Belenista de Gipuzkoa

El interés por la construcción de nacimientos dio origen en España a las agrupaciones «belenistas» «pesebristas», que difunden este arte peculiar organizando concursos anuales y orientando al público por medio de conferencias y cursos para lograr una superación cada vez mayor en sus belenes.

   

En años pasados tuvimos la oportunidad de entrar en contacto con la «Asociación Belenista de Guipúzcoa«, que funcionaba con gran entusiasmo, al igual que otras similares de Madrid, Barcelona, Tarragona y Murcia.

Era miembro importante de la primera mencionada el Pbro. don Juan Pérez Cuadrado, gran impulsor de este piadoso arte, autor de interesantes libros relacionados con el tema. Por las fotografías que de ellas recibí en intercambio, pude apreciar el alto grado de perfección alcanzado en sus nacimientos, que acostumbran dividir en dos grupos o estilos: los bíblicos y los no bíblicos.

   

Nacimientos: bíblicos y no bíblicos

Al primer grupo pertenecen aquellos que reproducen el paisaje palestino de los tiempos en que nació Cristo, con figuras ataviadas a la usanza oriental de la época.

El establecimiento de D. Juan Millet en diciembre de 1933 ofrecía entre otros productos el queso «Gallo Azul».

Para ello se valen de los evangelios y demás relatos de la Historia Sagrada, que estudian cuidadosamente antes de comenzar el belén, cuya construcción dilata, en algunos casos, meses enteros. En su confección intervienen, por lo general, diversas personas, asesores histórico-religiosos, dibujantes, pintores, ceramistas, electricistas, etc.

Son obras de alto profesionalismo artesanal, cuyos edificios, accidentes geográficos, flora, fauna y habitantes se apegan fielmente a los de la tierra de Judea.

   

Los no bíblicos

El segundo grupo reúne los nacimientos de tipo libre que ubican la natividad en ambientes muy diversos del orbe, sin pretender apegarse a los relatos evangélicos. Se basan más bien en la fantasía del constructor, aunque por lo general imitan aldeas regionales, bosques nevados, paisajes rústicos de montaña, etc. Entre éstos, recuerdo fotografías de belenes captando fielmente rincones de aldehuelas asturianas, vascas y leonesas, con gran detalle de exquisitez artesanal.

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Verdaderas joyas del arte belenístico, patrocinadas comúnmente por las autoridades municipales españolas que no dejan de incluir en sus fiestas decembrinas este tipo de eventos.

Poeta Carlos Pellicer

En México también se cultiva este arte. El más notable de sus nacimientos pertenece a don Carlos Pellicer Cámara, el poeta quien tiene la costumbre de instalarlo todos los años en su domicilio particular de la capital, ofreciendo cada vez innovaciones en su montaje. Sus figurillas, moldeadas particularmente al gusto e imaginación del poeta, muestran una gran vivacidad en sus actitudes y movimientos.

   

En épocas pasadas de nuestra vida — niñez o adolescencia – todos hemos contribuido alguna vez al montaje del nacimiento familiar, ayudando a colocar las viejas figuras desportilladas entre rocas de papel, cascadas de celofán y nieve de harina. Algunos aun continuamos haciéndolo en compañía de nuestros hijos.

Santa Claus y juguetes en este anuncio de Vajillas Abiertas de diciembre de 1933

El Concurso

El concurso organizado por los Caballeros de Colón estimulará sin duda entre los competidores su interés por lograr una mayor calidad artística y sentido religioso en sus nacimientos, además de una amplia difusión de los mismos entre el público en general. Pero será necesario que sus organizadores instituyan firmemente costumbre, procurando no fallar en años venideros. De otra forma manca podrán lograrse los resultados apetecidos.

   

¿Cómo se hace un nacimiento?

Todos dirán que es muy fácil. Apile Ud. cajones vacíos en un rincón de su casa. Cúbralos con papel arrugado de color marrón, imitando rocas y ponga en su cúspide la casita o portal recién adquirido en el mercado. Distribuya las figuras como mejor le parezca. No se olvide de la viruta verde o zacate, ni de los foquitos de colores. Si no le parece suficiente, espolvoree talco o escarcha sintética para simular nieve.

Las insustituibles ramas de «Xiat» sirviendo de fondo al pesebre, darán el toque final a la obra.

Anuncio de diciembre de 1936 de la Miscelánea «El Cordobés» de D. Julio Cardín.

¿Y esto es un nacimiento?

Nadie puede negarlo, aunque yo catalogaría del tipo «rutinario», y no precisamente apto para entrar en un concurso. Aun así, llenan su cometido gran número ha permitido que no muera la tradición belenística. Pero es necesario insistir en que pese a lo humilde de sus materiales, estos nacimientos pueden mejorar y llegar a alcanzar dos características básicas en su construcción: sentido artístico y religioso.

   

En la segunda parte de este artículo tendremos el gusto de ofrecer al público interesado en el tema una serie de normas generales, sugerencias trucos útiles para depurar la calidad artística de los nacimientos, consiguiendo al mismo tiempo un mayor realismo en sus diversos elementos. Son producto de experiencias adquiridas en la construcción de muchos y variados pesebres.

Su concepto general está basado en los principios consagrados del arte universal que rigen la ciencia de la composición, distribución de masas, colorido, escenografía, etc. Por las dificultades que entraña la construcción de pesebres del tipo bíblico, nos referiremos a los no bíblicos, o de estilo libre, que constituyen la totalidad de los que aquí se confeccionan.

Mérida, Yuc. a 15 de diciembre de 1974.
Juan Francisco Javier Peón Ancona (1932-2020).

MÉRIDA NAVIDAD en el parque Colonia México: